martes, 19 de octubre de 2010

Sarah Bernhardt (1844-1923). La gran actriz francesa.

Hace casi un siglo de la muerte de Sarah Bernhardt, la actriz francesa que por su extraordinaria personalidad, vida extravagante y su naturaleza apasionada se convirtió en una leyenda en vida, sigue siendo el ejemplo para las mayoría de las personas como la estrella suprema de teatro.

Sarah no sólo se define como la actriz de más alta calidad en los últimos años del siglo XIX, incluso entre gente que no entendía una palabra de francés, también se define para muchos como el ideal de una mujer fuerte e independiente, que hizo su propio camino en la vida. Ella era judía, era una mujer, pero a pesar de ésto, forjó una de las más notables e independiente carreras en la historia del teatro, y se convirtió en uno de los primeros mitos, si no el primero en el mundo del teatro. Incluso la más exitosa estrella de cine o estrella del pop de hoy en día no es tan famoso, admirado y escandaloso como fue Sarah en su día.

Sarah Bernhardt sobrevivió a la vejez, a la pérdida de su belleza,  e incluso el la amputación de una pierna por encima de la rodilla, lo que provocó que una actriz más joven dijo de su presencia, "Debajo de la decrepitud de esta actriz  arde un sol inextinguible.

El tema de su vida personal, es un drama interminable, tumultuoso, tuvo un hijo que podía haber sido engendrado por un príncipe de Bélgica. En su relación de amantes, hay casados, dramaturgos, reyes... Sarah tenía una energía desmedida, una personalidad dominante e impaciente, un coraje y un ego enorme. Uno sentía que llenaba el teatro, con su mera presencia.

Protegió y encumbró al pintor y cartelista Alphonse Mucha, cuyos trabajos fueron punto de referencia del Art Nouveau francés. Mucha, de origen checo, no sólo le hizo los carteles anunciando las obras de teatro de Bernhardt sino que también le diseñó vestuario, joyas y la decoración del Théâtre de la Renaissance. También fue solicitado por muchas empresas y comerciantes para que les diseñara los anuncios de sus productos en revistas y periódicos. El estilo y los diseños de Mucha en publicidad fueron imitados hasta la saciedad por muchos dibujantes y empresarios de la época.


Fue una acérrima defensora de Alfred Dreyfus en el lamentable Affaire Dreyfus, apoyando también abiertamente a Émile Zola en su célebre artículo-denuncia J'accuse donde se denunciaba que el oficial judío Dreyfus era la cabeza de turco de un complot en el seno del ejército y víctima de un exacerbado antisemitismo.

Sarah Bernhardt poseía un ataúd y  solía dormir dentro de él. Existe la leyenda de que se lo compró un amante aficionado a lo macabro, pero la realidad es que lo compró ella misma, ya que sentía una fascinación especial por los temas fúnebres. Llegó incluso a dejarse fotografiar metida en un ataúd y haciéndose la muerta.




Le gustaban los animales y llegó a tener, en distintas épocas de su vida, un león, un tigre, loros, un mono llamado Darwin, un cocodrilo y varios perros.

De joven, durante una época en que necesitaba dinero, posó desnuda para el fotógrafo Nadar. Posó muchas veces, tanto en fotografías eróticas como artísticas, para este fotógrafo al que la unió una gran amistad. Más tarde, ya famosa, protegió y posó para el hijo del fotógrafo.

Fue la primera actriz en representar (en diferentes ocasiones) tanto el papel de Hamlet como el de Ofelia.

Fuentes: The Daily Best y Wikipedia

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