martes, 11 de enero de 2011

La odisea de la tripulación del Columbus

Este crucero estaba considerado como el mejor de la naviera alemana Lloyd Alemán del Norte con sede en Bremen. El 20 de junio de 1939 el Columbus zarpa de Bremerhaven su destino Nª York. El Columbus lleva a su propio fotógrafo Richard Fleischhut, sus fotos pasaran a la Historia.



El estallido de la Guerra sorprendió al Columbus en el Caribe, donde hacía cruceros para clientes norteamericanos. Los pasajeros desembarcan en La Habana, luego el barco se dirige a México que es neutral. En Diciembre de 1939 el capitán del navío Wilhelm Dähne cumpliendo ordenes del Gobierno nazi, intenta cruzar el Atlántico. Al cabo de cuatro días el destructor británico HMS Hyperion lo intercepta. El capitán Dähne no tiene otra opción que hundir su barco.








Los casi 600 miembros de la tripulación abandonaron el barco en pocos minutos subiendo a los botes salvavidas, quedando a cientos de millas de las costas de EEUU. Fueron rescatados por el crucero de la armada estadounidense Tuscaloosa comenzando una odisea que duró casi seis años.

Dähne descubrió que faltaban tres fogoneros que probablemente no hicieron caso a la señal de alarma pensando que era un simulacro, nunca más aparecieron. El crucero llegó a Nueva York a los pocos días. Fueron recibidos con expectación, había periodistas alemanes (todavía EEUU no había entrado en guerra). Fueron llevados a la Isla de Ellis donde fueron felicitados por el cónsul alemán que estaba negociando su futuro con el gobierno norteamericano.



En Enero de 1940 parecía que estaba cerca un acuerdo que pasaba por ir a San Francisco donde un barco japonés los llevaría a Alemania, los tripulantes fueron llevados a San Francisco en tren, en un viaje que duró 4 días. Su destino la isla de Angel con una instalación para cuarentenas que no se usaba en ese momento. Pero los británicos se opusieron a que viajasen a Alemania y el regreso era imposible.

A los tres meses permitieron regresar a marineros mayores en un barco hacia Alemania, entre ellos el fotógrafo Fleischhut. El gobierno británico prometió un salvoconducto para que zarpasen en el barco italiano Fella. En marzo el Fella tenía Gibraltar a la vista y lo sorteó sin problemas, pero el 1 de abril un barco de guerra francés interceptó al Fella y los 40 marineros alemanes fueron hechos prisioneros e internados en un campo francés en Argelia. Las condiciones eran inhumanas escaseaba la comida y el agua, los prisioneros no pudieron regresar a casa hasta que Alemania ocupó Francia.

Los marineros que quedaban en San Francisco ya no eran bien vistos, los crímenes de los nazis estaban llegando a la prensa norteamericana. El Gobierno de acuerdo con los marineros que notaban la animadversión a su alrededor y pactaron su traslado a otro campamento en Nuevo México (Fort Stanton). Las condiciones eran más duras, un sol abrazador, insectos y gran altitud.

Poco a poco fueron mejorando sus condiciones, haciéndose sus propias cabañas, sus huertos incluso una piscina. Eran casi autosuficientes, aunque siempre recibieron provisiones de los norteamericanos.

A medida que la guerra avanzaba surgía un resentimiento entre los soldados norteamericanos de Fort Stanton y los marineros alemanes. De pronto se convirtieron en extranjeros enemigos y fueron encerrados entre vallas de cuatro metros de altura. También había divergencias entre los marineros, algunos pro nazis y otros que se oponían a la guerra.

Estos fueron separados los pro-nazis se quedaron en Fort Stanton a sugerencia del capitán Dähne y enviar a Fort Lincoln en Dakota del Norte a los moderados. El Gobierno estadounidense acepto la propuesta. En Fort Lincoln se vivía en tiendas de campañas pero sin guardianes.

En Otoño de 1945 los alemanes fueron llevados a la Isla de Ellis y de allí partieron hacia Alemania. Durante su internamiento murieron cuatro marineros y los cuatro por enfermedad común. Al llegar a Bremerhaven fueron internados en barracones y llevados a prisión a un castillo en Stutgart, donde fueron retenidos durante semanas, junto a criminales de Guerra.

El 1 de Enero de 1946 fueron liberados, pero no tenían dinero para volver a su casa con que cambiaron sus cigarrillos con el dueño de un bar por billetes para volver a sus hogares. Al fin la odisea había terminado.

Fuente: El último viaje del Columbus
Fotos:  Mit der Kamera in die Welt- Richard Fleischhut (1881-1951)

1 comentario:

  1. Realmente fabulosa tu entrada, hay detalles imperdibles en tu reseña históricas.
    Saludos.

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