jueves, 23 de enero de 2014

Harold Gillies: El reconstructor de caras de la I Guerra Mundial


Un millón de soldados británicos murieron en la Primera Guerra Mundial, y el doble de esa cantidad llegó a casa herido. Muchos de los que volvieron traían heridas que los dejarían permanentemente desfigurados. Al comienzo de la guerra, poco se tuvo en cuenta el trauma de las lesiones faciales. Llegó como una sorpresa que tantas víctimas sobrevivieran a esas heridas. Escapar de la guerra con vida era visto como una recompensa suficiente. El advenimiento de la cirugía plástica iba a cambiar radicalmente esa percepción.

La principal causa de muerte en el campo de batalla y la causa de muchas lesiones en la cara era la metralla. A diferencia de las heridas infligidas por las balas, los fragmentos de metal retorcidas desfiguraban los rostros. Harold Gillies era el hombre del ejército británico encargado de estas heridas. Nacido en Nueva Zelanda, que estudió medicina en Cambridge antes de unirse al cuerpo médico del ejército británico en el inicio de la Primera Guerra Mundial. Gillies pidió al ejército creó su propia unidad de cirugía plástica, poco después, un hospital especifico para estos heridos se abrió en Sidcup. Sólo después de la batalla del Somme se trató a 2.000 pacientes.

Harold Gillies  FUENTE

La reconstrucción facial se convirtió en una parte integral del proceso de curación después de la guerra. Sin embargo, en un mundo anterior a los antibióticos, pasar por el quirófano para una cirugía era tan peligroso como las propias trincheras. Era todavía una forma primitiva de la cirugía. La experimentación era parte del proceso y Gillies aplicó diferentes métodos que había aprendido de los libros. Por ejemplo con el teniente William Spreckley, consiguió hacerle una nueva nariz, leyendo en un libro una antigua técnica de la India que consistía en tomar una sección de cartílago de las costillas e implantarlo en la frente de Spreckley. El proceso duró más de tres años.

William Speckley  FUENTE

Gillies enfoco su trabajo no sólo en restaurar la función de los rasgos faciales de sus pacientes, sino también trataba de lograr un resultado estético. Este deseo empujó Gillies hacia una mayor experimentación, aunque eso costaba alguna que otra vida por las infecciones. Creo métodos y técnicas que reducían las infecciones, innovando en el campo de esta cirugía.

FUENTE

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A pesar de los avances quirúrgicos, algunas desfiguraciones permanecían y los pacientes a menudo no podían enfrentarse a salir en público. Algunos continuaron cubriendo sus rostros a pesar del éxito quirúrgico. Dentro del hospital, fueron retirados los espejos. En los parques cercanos al hospital los bancos estaban pintadas de azul para asignarlos a los hombres con deformaciones en la cara. Algunos heridos volvían al trabajo, pero a menudo eran escondidos en trasteros. Otros simplemente, incapaz de enfrentarse a sus esposas, familiares y amigos.

Vía: BBC


1 comentario:

  1. Pagaron tributos a la evolución. Las faltas de conocimientos los que restringen a los seres a que puedan solventar los problemas que los aquejan. Lo dijo el más grande científico de la humanidad. Jorge.

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