sábado, 19 de noviembre de 2016

Armas químicas utilizadas en la Primera Guerra Mundial


En la I Guerra Mundial se empezaron a utilizar armas químicas en el campo de batalla. Fue el ejército francés el que abrió la veda, utilizando gases lacrimógenos en pequeñas granadas. Estas pequeñas granadas no tenían mucho gas lacrimógeno y no se había detectado su contenido por las tropas alemanas. Después de este diseño el uso de armas químicas se expandió a otros gases y agentes tales como el gas mostaza, fosgeno, cloro...

Tropas británicas cegadas por el gas en la batalla de Estaires  1918  FUENTE

Hubo tres tipos de gases que fueron los más utilizados en la Primera Guerra Mundial:

- Los gases asfixiantes, principalmente el gas mostaza. El gas mostaza es particularmente peligroso, ya que puede tardar varias horas en aparecer. Los soldados que eran quemados por este gas veían como se formaban grandes ampollas donde la sustancia química les había caído. Las ampollas se llenaban de sangre y pus, y se ponían amarillas. Si el cuerpo de un soldado era quemado en más de un 50%, la posibilidad de supervivencia era muy pequeña. Cuando se inhalaba el gas mostaza causaba quemaduras y ampollas internas que llevaban a graves problemas respiratorios.

- Gases Estornutatorios tales como el fosgeno, cloro y difosgeno. Estos gases causaban dolor en el pecho, así como en los ojos y la nariz. También podrían provocar asfixia, náuseas, vómitos, tos y estornudos.

- Gases lacrimógenos. El gas lacrimógeno causaba irritación en la garganta y los ojos. El gas era más una molestia que un arma de destrucción y era prácticamente ineficaz protegiéndose con una máscara de gas.


Como dijimos antes los franceses fueron los primeros en emplear armas químicas, gases lacrimógenos en agosto de 1914. El gas se llenó en granadas de 26 mm con una cantidad muy baja de gases lacrimógenos, lo que le hizo imperceptible al enemigo (ejército alemán). Debido a esto, el ingrediente activo se cambió. Se cambió el bromo de las primeras granadas a cloroacetona en la segunda ola de granadas que utilizaron las tropas francesas. Esto hizo que el gas fuese un poco más fuerte.

En 1915, los alemanes fueron los primeros en utilizar las armas químicas en un ataque a gran escala. En enero de 1915, lanzaron 18.000 proyectiles químicos, cargados con bromuro de xililo, en las líneas rusas cerca del río Rawka, al oeste de Varsovia. Este ataque fue un fracaso, pues la carga química se congeló en lugar de vaporizarse. Los alemanes obtuvieron mejores resultados sólo unos meses después. El científico alemán Fritz Haber, que había supervisado la producción de cloro para armas químicas, presionó para que el producto se utilizara en la guerra.

Fritz Haber.png

Fritz Haber  FUENTE

El cloro de Haber sería utilizado por primera vez el 22 de abril de 1915. El gas se expandió desde 5.730 cilindros que se alineaban en una carretera al norte de Ypres en Bélgica. El gas comenzó a extenderse. A causa del viento, tanto los alemanes como las tropas aliadas se vieron afectada por el gas venenoso. El éxito de Haber en el uso del cloro como arma química le valió el sobrenombre de "Padre de la guerra química".

Trincheras en Ypres  FUENTE

En la segunda batalla de Ypres, el 2 de mayo de 1915 se utilizó de nuevo el cloro de Haber, contra los británicos, en la Colina 60. El gas mató a más de 90 hombres. Tras esto, los británicos, comenzaron a desarrollar sus propias armas químicas. Su primer intento con armas químicas ocurrió en la batalla de Loos, fue un fiasco. Debido a los vientos, el gas no pasó nunca de la tierra de nadie, y parte del gas llegó a las trincheras británicas. Para colmo de males, las máscaras de gas británicas fueron mal diseñadas, un auténtico fracaso.

En agosto de 1915, las fuerzas alemanas utilizaron gas contra las tropas rusas que defendían la fortaleza de Osowiec. El ataque fue tan demoledor que los rusos comenzaron con la investigación y desarrollo de armas químicas.

Imagen relacionada
Osowiec  FUENTE

A finales de 1915 para sustituir al cloro que era fácil de detectar, pues producía una nube verde y un olor característico, los franceses desarrollaron el fosgeno. El gas atacaba los pulmones, produciendo desde tos a asfixia. El fosgeno no olía y no producía una nube. Esto lo había indetectable, y más peligroso. De las armas químicas utilizadas en la Primera Guerra Mundial fue la que más bajas causó. El 80-85% de todas las muertes por armas químicas en la Primera Guerra Mundial, llevaban su nombre.

Pero tal vez el arma química más temida era el gas mostaza. Fue desarrollado por los alemanes y se introdujo en la guerra en julio de 1917. Debido a que se utilizaba en conchas, una vez desplegado se podía introducir en el suelo y permanecer allí durante varias semanas. Cualquier persona que atravesaba la zona podía contaminarse. El gas mostaza sólo representaba el 5% de las muertes por armas químicas en la Primera Guerra Mundial, pero las quemaduras que causaba en sus víctimas eran horribles.

Se produjeron más de 190.000 toneladas de armas químicas durante la Primera Guerra Mundial. Hubo más de un millón de víctimas debido a las sustancias químicas durante la guerra, de ellos 90 mil murieron.


Vía: War History Online

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