jueves, 15 de mayo de 2025

Los monjes que hicieron el primer chocolate de Europa

 

   Tras el descubrimiento de América, se inició un intercambio continuo de alimentos tanto de América a Europa, como de Europa a América. Uno de los alimentos que se introdujo en Europa fue el cacao. Antes de la llegada de los españoles a América, las civilizaciones mesoamericanas, como la de los mayas y aztecas, ya habían elaborado sus propias bebidas a base de cacao. Por ejemplo, el “chocolate” de los aztecas se elaboraba mediante cacao, pimienta, hierbas, vainilla y otras especies como la guindilla.

   Lo más parecido al chocolate actual, es decir masa de cacao, manteca de cacao y azúcar, se elaboró por primera vez en Europa en 1534, cuando unos monjes del Monasterio de Piedra (Zaragoza) mezclaron el cacao con azúcar y otras especies como la canela, eliminando de esta manera el sabor amargo original del cacao. No obstante, hay indicios de que en 1529, las monjas de un convento de Oaxaca (México) fueron las primeras en añadir azúcar al cacao. De una manera u otra, tanto el convento de Zaragoza como el de Oaxaca estaban bajo dominio español.


Monjes del monasterio de Piedra haciendo chocolate 


   Cuando Cristóbal Colón llevo muestras de Cacao a los Reyes Católicos, estás no fueron bien recibidas por su sabor amargo y picante. Por lo que, en un principio el cacao no fue del agrado de la corte española. No obstante, hubo una figura histórica llamada Hernán Cortés, que tuvo la oportunidad de probar en persona el brebaje de los aztecas y este sí que vio potencial en él. Estas fueron sus palabras: “Cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse”

   Gracias a la incorporación del azúcar, el chocolate fue ganando popularidad con el tiempo. Primero entre los miembros de la Iglesia española y las altas esferas de la corte. Con el tiempo, se fue extendiendo a todo el mundo y clases sociales.

martes, 29 de abril de 2025

La finca secreta en Manzanares que dirigía un exnazi


   El comienzo del misterio se resume muy bien en una nota de prensa de la desaparecida agencia Cifra, en el año 1959: Ha sido bien visto por los agricultores de esta localidad de Manzanares que un súbdito alemán, Eberhard Kieckebusch, haya pasado a engrosar el censo agricultor de esta villa, al adquirir por la cantidad de 6.500.000 de pesetas una hermosa finca de este término municipal. Esta finca, es conocida como El Doctor. Se encuentra ubicada entre las localidades manchegas de Daimiel, Bolaños y Manzanares. 


Finca "El Doctor"


   Podía resultar sorprendente que, en aquellos años, y en estos, un señor viniera de Alemania y comprara un territorio tan amplio para dedicarse a la agricultura, pero nadie se opuso ni le dio mayor importancia. Todo parecía más o menos normal hasta que se comenzaron a ver extraños movimientos en la finca de El Doctor: entraban y salían camiones y militares alemanes, lo que daba a entender que no se iba a realizar ningún cultivo allí. También se empezaron a construir unos edificios de pequeño tamaño en la superficie, pero bajo tierra se realizó una gran obra de ingeniería para albergar unos búnkeres mucho más amplios, por no hablar de que se cercó todo el perímetro con vallas metálicas y se protegió por soldados armados hasta los dientes, que no permitían pasar a nadie. Luego se instaló casi un centenar de antenas, algunas de más de 20 metros de altura, que daban a entender que aquello sería un lugar de emisión o recepción de señales de todo tipo. De hecho, en la entrada se podía leer «Centro de Estudios de Propagación Radioeléctrica»

   Aunque su verdadera función era desconocida para todos hubo algún artículo de prensa en los años noventa donde se hablaba de que todo se trataba de un plan secreto para instalar en el centro de La Mancha a algunos agentes del BND, el Servicio Secreto de Inteligencia germano, creado en abril de 1956. La idea parecía que podría venir de un exgeneral nazi, que había sido reconvertido y utilizado por la CIA americana para que colaborara con ellos durante los años de la Guerra Fría con la Unión Soviética y les sirviera de «oreja tecnológica» para escuchar todas las emisiones sonoras de cualquier buque que operara, principalmente, en la zona del estrecho de Gibraltar. De los años setenta hasta los noventa del siglo XX podría haber estado operativa y a pleno rendimiento, a pesar del cambio de régimen en España y de pasar de una dictadura a una democracia.

   Pero ¿quién sería este hombre de corte hitleriano que ahora dirigía un lugar tan llamativo en pleno término de Manzanares? Se cuenta que se trataba de Reinhard Gehlen, uno de los personajes más siniestros de la guerra de bloques. Había nacido en Erfurt en 1902, era militar y llegó al cargo de mayor general en las fuerzas armadas nazis durante la Segunda Guerra Mundial, momento en que ejerció de jefe de contrainteligencia en el frente oriental. Pero no parecía una persona demasiado fiel a sus ideas porque pronto fue reclutado por Estados Unidos en la operación Paperclip, la que llevaron a cabo los servicios de inteligencia militar de Estados Unidos para sacar de Alemania a aquellos científicos nazis que estuvieran especializados en lo que fueron llamadas armas maravillosas del Tercer Reich, como cohetes, armas químicas y experimentos médicos, una vez que el régimen nazi se había hundido por completo.

   Fue el encargado de manejar el aparato de inteligencia germano-occidental hasta 1968 y se le ha considerado siempre uno de los espías más importantes de la Guerra Fría. De hecho, creó la Organización Gehlen, compuesta por aquellos exoficiales alemanes que pasaron a trabajar para las potencias occidentales. También fue el primer presidente del BND (Bundesnachrichtendienst), el servicio secreto creado por Alemania Occidental. Según cuenta la leyenda, una de las ideas de este personaje siniestro fue la creación de esa base en la finca ciudadrealeña de El Doctor. 

Gehlen



   Antonio Bermúdez García-Moreno, experto en historia de Manzanares,  asegura que «sigue estando en el mismo ambiente de secretismo que estuvo siempre». Además, desvela una vivencia personal, porque su padre tenía un pequeño quiosco en el pueblo y cuando se hacía la romería a la ermita de la Magdalena en la sierra de Siles, al sur de Manzanares, «desplazábamos nuestro puesto de berenjenas de Almagro, coca-colas y otras bebidas para que la gente tomara algo durante esas horas». Recuerda que «allí iban los trabajadores de la finca de El Doctor, eran ingenieros alemanes, y nos compraban cervezas, y como sabían que yo estaba estudiando bachillerato me daban una propina». Eso era hacia el año 1968, cuando la base seguía a pleno rendimiento. También recuerda que nadie del pueblo conocía nada de lo que allí ocurría y ninguna de las personas que trabajaban en el lugar contaba jamás ningún detalle sobre su labor. De hecho, había quien les suministraba material y productos y en absoluto llegaron a acceder al interior de las instalaciones.

   Miguel Ángel Maeso Buenasmañanas, también experto en historia manzanareña, afirma que: La base tuvo que surgir a consecuencia de los acuerdos de colaboración militar con EE. UU. tras la visita del presidente Eisenhower a España en 1959. Estos permitieron la construcción de bases americanas en Rota o Torrejón y normalizaron las relaciones de la España franquista con el bloque occidental. Los alemanes que ayudaron a montarla tendrían que ser del ejército de la República Federal Alemana, nada de espías nazis, aunque alguno de ellos durante la Segunda Guerra Mundial combatiera con el ejército alemán. 

   A día de hoy, la finca El Doctor pertenece, según todos los indicios, al Ministerio de Defensa y al CNI. Como España pertenece a la OTAN no es difícil seguir especulando sobre esa intervención de los servicios secretos norteamericanos en la labor ejercida en esta zona de La Mancha. 

   En el mes de julio, el senador ciudadrealeño Hilario Caballero Moya planteó una cuestión en el Senado sobre las actividades que se desarrollaban en el lugar. Pidió que se le respondiera por escrito. Y como el reglamento de la Cámara Baja dice que las preguntas y respuestas deben ser publicadas en su Boletín Oficial, la Mesa de la Cámara respondió el 16 de julio en su boletín: La Mesa de la Cámara, en su reunión del día de hoy, ha adoptado el acuerdo que se indica respecto al asunto de referencia: Pregunta con respuesta escrita. 661/006490. AUTOR: Caballero Moya, Hilario (GPS). Retirada de su pregunta sobre las actividades que se desarrollan en la finca El Doctor, propiedad del Ministerio de Defensa y radicada en el término municipal de Manzanares (Ciudad Real). Acuerdo: Dar por retirada esta iniciativa a todos los efecto y comunicar este acuerdo a su autor. Palacio del Senado, 16 de julio de 2001. Manuel Alba Navarro, letrado mayor del Senado. 

   Por lo que tampoco de esa manera se supo nada sobre las actividades de la finca de El Doctor. Tal vez, cuando en algún momento se desclasifiquen secretos de nuestro Ministerio de Defensa lleguemos a saber la verdad sobre este lugar mítico, fuente de leyendas y misterios.

viernes, 4 de abril de 2025

Como el saludo de la Antigua Roma terminó siendo el saludo fascista

 

   En el apogeo de su imperio, alrededor del año 100 d. C., Roma se extendía desde Britania hasta Egipto. Si bien muchos factores contribuyeron al auge y expansión de Roma, una razón destaca por encima de las demás: su ejército. El ejército romano era la fuerza de combate mejor entrenada, mejor equipada y más disciplinada del mundo. Dicho ejército tenía formas específicas de saludarse y dirigirse a los demás, como el saludo militar. 

   Tenemos descripciones de romanos que generalmente levantaban la mano para saludarse, pero levantar la mano para decir "hola" no es precisamente algo inusual en otras culturas. El orador romano Cicerón también describió a Octavio (posteriormente Augusto) jurando lealtad a Julio César con el brazo derecho extendido. Y sí sabemos que en Roma el brazo derecho se asociaba con el dios del Sol, y servía para demostrar confianza. 

   El dictador italiano Benito Mussolini, adoptó el saludo italiano y lo hizo suyo. Cuando Mussolini llegó al poder tras el fin de la Primera Guerra Mundial, lo hizo a través de los Fasci Italiani di Combattimento, una organización política nacionalista que fundó en 1919. Comúnmente llamados "Camisas Negras". El  Partido Nacional Fascista, quería diferenciar sus códigos de grupo del «apretón de manos burgués, degenerado, afeminado (y plagado de gérmenes)» que se había extendido por Europa. Querían algo duro, varonil y rígido. Para ello, recurrieron a su propio pasado y a la más perdurable de las referencias «viriles», con la que tenían una conexión geográfica directa: el Imperio Romano.


Mussolini


   Para entonces, Mussolini ya había adoptado otro artefacto de la simbología romana antigua: "el fascis", un haz de palos con una hoja similar a un hacha en la punta, que representaba la fuerza en la unidad. De ahí proviene la palabra "fascismo". 

   Pero como los detalles del saludo romano eran vagos, Mussolini simplemente lo hizo suyo. Aun así, Hitler, admirador de Mussolini adoptó el saludo romano como propio. Lo rebautizó como "saludo Hitleriano", más precisamente "der deutsche Gruß", que se traduce como "el saludo alemán". Para cuando la efímera República de Weimar, desapareció en 1933, el saludo se había "convertido en el saludo alemán", como escribió el ministro del Interior nazi, Wilhelm Frick, en un memorando interministerial. 

FUENTE: Grunge

miércoles, 19 de marzo de 2025

Isla Hans: Una de las guerras más extrañas de la historia

 

   Durante décadas, una guerra poco conocida azotó el Ártico. Conocida como la "Guerra del Whisky" o la "Guerra del Licor", se libró por una pequeña extensión de tierra deshabitada llamada Isla Hans, ubicada entre Canadá y Groenlandia. La guerra no tuvo batallas ni víctimas. Pero, aunque incruenta, el conflicto por la Isla Hans provocó enemistad entre ambos países. 

  La isla es rocosa y árida, a menudo rodeada de hielo ártico, no tiene ni un kilómetro cuadrado de extensión. Ha sido durante mucho tiempo un territorio de caza para los inuits, pero en realidad no hay habitantes. A pesar de ello, Dinamarca y Canadá se disputaron la soberanía de la isla durante décadas. De hecho, no fue hasta 2022 que su disputa sobre la isla se resolvió definitivamente. 

Isla Hans


   La isla Hans ni siquiera apareció en los mapas occidentales hasta finales del siglo XIX. En la década de 1870, el explorador estadounidense Charles Francis Hall dirigió su barco, el Polaris , a través del estrecho de Nares rumbo al Polo Norte. Su guía, un groenlandés llamado Hans Hendrik, avistó la isla durante su viaje, y Hall la bautizó en su honor. 

   Cuando la isla Hans apareció por primera vez en el mapa en 1874, Gran Bretaña controlaba territorio en el archipiélago ártico. Pero en 1880, los británicos renunciaron a su reclamación y cedieron sus territorios árticos a Canadá. La soberanía danesa sobre el norte de Groenlandia, por otro lado, se estableció cuando Estados Unidos renunció a su reclamación sobre la región tras la compra de las Islas Vírgenes Estadounidenses a Dinamarca en 1917. Entonces, ¿Quién era el propietario de la isla Hans? Dinamarca argumentaría que la isla Hans formaba parte geológicamente de Groenlandia y que estaba ligeramente más cerca de Groenlandia que de Canadá. Sin embargo, la disputa entre ambos países se mantuvo a fuego lento hasta la década de 1970, durante una negociación sobre fronteras marítimas.  

  Aunque Canadá y Dinamarca lograron un acuerdo sobre la línea divisoria entre el estrecho de Nares, no pudieron ponerse de acuerdo sobre la propiedad de la isla Hans. Ambos países la reclamaron. Ni siquiera un programa informático de la ONU pudo resolver la disputa, ya que la isla Hans se encuentra directamente entre los puntos 122 y 123. Según la Biblioteca del Palacio de la Paz , ninguna línea conectaba estos puntos. 

  En la década siguiente, comenzaría la llamada «Guerra del Whisky». Según Dinamarca, los canadienses la iniciaron. Según Canadá, fueron los daneses. Las tensiones sobre la isla Hans aumentaron cuando un periodista de Groenlandia observó a un científico de una compañía petrolera canadiense inspeccionando el área en 1983. Su artículo incitó oleadas de protestas de Groenlandia, y el ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca posteriormente voló a la isla Hans, plantó una bandera danesa y dejó una botella de aguardiente danés. En 1984 fueron tropas canadienses las que desembarcaron en la isla Hans, plantaron la bandera canadiense y dejaron una botella de whisky canadiense. Quienquiera que iniciara la "Guerra del Whisky", esta continuaría durante las siguientes décadas. Los canadienses dejaban whisky; los daneses, el aquavit, un licor danés. Los canadienses izarían su bandera; los daneses la arriarían e izarían la suya. Y así sucesivamente. 

Militar danés en la isla en 2003


   Durante dos décadas, este tira y afloja —descrito a veces como «la guerra más amigable de todas las guerras» continuó. En julio de 2005, soldados canadienses izaron su bandera en la isla Hans y construyeron un inukshuk, una especie de montículo de piedra inuit. Una semana después, el ministro de Defensa de Canadá llegó a la isla durante una visita a los puestos militares del Ártico. El intento de Canadá de afirmar su soberanía en el Ártico canadiense no pasó desapercibido para Dinamarca. El embajador danés en Canadá publicó una carta declarando que la isla Hans pertenecía a Dinamarca. El gobierno danés también protestó por la acción canadiense, convocó al embajador canadiense y envió el HDMS Tulugaq , un buque patrullero, a la isla Hans, en una pequeña pero sutil demostración de fuerza.

   Ninguno de los dos países quería que la Guerra del Whisky se intensificara más allá de retirar banderas o dejar bebidas espirituosas. Diecisiete años después. La disputa sobre la isla Hans llegaría a su fin. El 14 de junio de 2022, ambas naciones acordaron compartir la isla: Dinamarca controlaría el 60 % y Canadá el 40 % restante.  El acuerdo también agradó a los inuit de Groenlandia y Nunavut, territorio ártico de Canadá. Con esto, la disputa sobre la isla Hans terminó. Y para celebrar su nueva frontera —la frontera marítima más larga del mundo—, Canadá y Dinamarca hicieron un intercambio de bebidas.

jueves, 6 de marzo de 2025

La isla que es española seis meses al año

 

La isla de los Faisanes, ubicada sobre el río fronterizo Bidasoa, es una isla que durante seis meses es española y otros seis francesa. Este pequeño territorio de tres mil metros cuadrados, es el único ejemplo en el mundo de soberanía compartida entre dos naciones. 


Isla de los Faisanes


 Desde el tratado de Bayona de 1856, la isla es dirigida por dos virreyes, el comandante de la marina nacional de Burdeos y su homólogo español de San Sebastián. Está bajo tutela española del 1 de febrero al 31 de julio y bajo autoridad francesa del 1 de agosto al 31 de enero. La isla está cerrada al público. Acoge rara vez visitantes. 

Esta isla es un símbolo de paz. 'Faisanes' no es por las aves sino por 'faiseurs de paix' (artífices de la paz). Fue aquí donde se firmó el tratado de los Pirineos en 1659, que puso fin a la guerra entre la corona francesa y española, y donde el año siguiente se firmó el contrato de boda de la Infanta María Teresa con Luis XIV, acuerdo matrimonial que un año después, ratificarían en la misma los monarcas de Francia y España. 


Felipe IV y Luis XIV en la isla de los faisanes 


 Las negociaciones de paz duraron tres meses. De un lado el cardenal Mazarino, primer ministro de Luis XIV, de otro Don Luis de Haro, primer ministro de Felipe IV. Un pabellón cortado en dos fue construido en la isla, con un lado francés y uno español. Cada uno decorado con sus mejores tapices, hechos con hilo de oro, buscando demostrar la grandeza de cada reino. 

 La isla fue también escenario de otros eventos históricos. En 1526, Francisco I, prisionero de Carlos V, fue liberado en una barcaza, a cambio de sus dos hijos.

miércoles, 19 de febrero de 2025

Anselmo Vilar: El farero que salvó miles de vidas

 

Anselmo Antonio Vilar García, nacido en Lugo y fusilado en Vélez-Málaga entre el 9 y el 10 de febrero de 1937, fue un farero español. Su actuación en la Guerra civil española, al no encender la luz del faro de Torre del Mar durante dos noches, salvó la vida de civiles que huían de Málaga a Almería y que estaban siendo ametrallados y bombardeados por las tropas franquistas, en lo que se conoció como La Desbanda. Su padre había sido el primer farero de Torre del Mar, en el municipio de Vélez-Málaga, provincia de Málaga, ocupando luego él su lugar.


Anselmo Vilar 

 ​La masacre de la carretera Málaga-Almería ocurrió durante la Guerra Civil Española entre los días 7 y 12 de febrero de 1937 y resultó en miles de muertes, principalmente de mujeres, niños y ancianos huyendo de Málaga hacia Almería después de la entrada del ejército sublevado en la ciudad. La huida fue interrumpida por el ataque indiscriminado ordenado por el bando sublevado y causó entre 3.000 y 5.000 muertes. La información sobre esta masacre fue ocultada durante muchos años por la dictadura franquista, pero gracias a la documentación del médico canadiense Norman Bethune, se ha podido conocer más sobre lo sucedido. 

 En los primeros días de febrero de 1937 las tropas franquistas, con la ayuda de los camisas negras italianos, tomaron Málaga y provocaron el éxodo de millares de personas en dirección a Almería, ciudad aún bajo el control  de la República, mientras eran ametrallados por aviones alemanes e italianos y bombardeados desde el mar por barcos del ejército franquista, como el crucero Baleares.

  Anselmo Vilar decidió apagar las luces de su faro, dificultando así la orientación de los barcos y aviones y facilitando la huida de los refugiados. La zona próxima al faro fue, de este modo, la que menos sufrió los ataques.​ Tras la toma de la localidad por el ejército sublevado, Anselmo Vilar fue fusilado junto al cementerio de Vélez-Málaga, en la noche entre el 9 y el 10 de febrero de ese año.

jueves, 6 de febrero de 2025

La increíble vida de "María Tifoidea"

 La fiebre tifoidea es una enfermedad que se transmite a través del agua o de los alimentos contaminados con materia fecal y sus síntomas incluyen fiebre alta, náuseas y diarrea. Incluso en la época moderna, la fiebre tifoidea puede ser mortal y, a principios del siglo XX, lo era con frecuencia. Mary Mallon, pasó de ser una neoyorquina anónima de clase trabajadora a la infame "María Tifoidea". El descubrimiento de que contagiaba la enfermedad a pesar de que ella era asintomática, cambió todo lo que los científicos sabían sobre esa enfermedad. Para el público en general, ignorante en materia médica que leía historias sensacionalistas en la prensa, era una de las mujeres más temidas de los EEUU. 



Mary Mallon en la prensa de la época


Mary Mallon emigró desde Irlanda, en la década de 1880. Mallon era una adolescente, cuando cruzó sola el Atlántico, dejando atrás su hogar para siempre. Cuando llegó en 1883, la Estatua de la Libertad aún no estaba construida: Ellis Island no se abriría hasta nueve años después. Su tía y su tío llegaron antes que ella y pudo vivir con ellos. Mallon tuvo suerte y consiguió un buen trabajo como cocinera.

Cuando Mary Mallon empezó a infectar a sus empleadores y a sus familias con fiebre tifoidea al manipular la comida que les preparaba, no lo hacía a sabiendas. La teoría de los gérmenes era nueva; sólo se había demostrado a mediados del siglo XIX e incluso los cirujanos ignoraban la realidad que presentaba esa teoría hasta principios del siglo XX. En cuanto a la gente corriente, sabían aún menos sobre el tema, y mucho menos una mujer inmigrante sin educación como Mallon. Imagínate que estás en su lugar. Hasta donde sabes, nunca has tenido fiebre tifoidea, o al menos no una enfermedad grave. De repente, un desconocido se presenta en tu lugar de trabajo y te dice que estás propagando una enfermedad que no tienes y que estás matando gente. Además, quiere una muestra de tus heces. Tienes todo el derecho a echar a ese hombre de tu casa con un cuchillo, como hizo Mallon.

Un investigador, el Dr. George Soper, encontró evidencias concluyentes que vinculaba a Mary Mallon con varios brotes de fiebre tifoidea en las casas donde ella era cocinera, nunca fue acusada de ningún delito, y mucho menos condenada por alguno; enfermar accidentalmente a otras personas por no lavarse bien las manos sería un delito difícil de procesar. Si bien es trágico que algunas personas relacionadas con ella enfermaran y murieran, legalmente ella no era responsable. A pesar de ello, estuvo retenida contra su voluntad durante un total de 26 años. 


Mallon en el hospital 


Su primer confinamiento comenzó en 1907 en la Isla North Brother (utilizada para poner en cuarentena a otras personas con enfermedades infecciosas) en el East River de Nueva York . En ese momento, nunca se había descubierto ningún portador sano, por lo que los científicos y jueces involucrados podían creer que lo hacían por buenas razones, para permitirles estudiarla. Mallon se había negado a someterse pacíficamente a ser una rata de laboratorio por algo que no podía entender. Se negó a permitir que nadie tomara muestras de su sangre y heces, y reaccionó agresivamente a los intentos de hacerlo.

 Mallon no tenía idea de cuánto tiempo estaría retenida. Le dieron un pequeño bungalow para vivir y ayudó a los médicos y enfermeras de la isla, pero fue una vida infernal en la que no tenía mucho que hacer más que sentarse y pensar en que estaba allí en contra de su voluntad. Estuvo confinada en la isla desde 1907 hasta 1910, y nuevamente desde 1915 hasta su muerte en 1938. 

 Se calcula que en Estados Unidos cada año se convertían en portadoras asintomáticas entre 6.000 y 9.000 personas, y la comunidad médica ya lo sabía. Sin embargo, por alguna razón, Mallon fue la única que fue encarcelada. A otras, una vez descubiertas, se les podía exigir que se registraran en un departamento de salud local, se sometieran a controles periódicos y se les prohibiera evitar manipular los alimentos de otras personas. Pero incluso cuando esta se convirtió en la forma estándar de manejar al creciente número de portadores sanos de esta enfermedad mortal, Mallon siguió retenida contra su voluntad durante décadas.  


Mary Mallon junto a enfermas de fiebre tifoidea 


 Mary Mallon murió en el hospital de North Brother Island el 11 de noviembre de 1938. A esa altura de su vida estaba resignada a morir en aislamiento forzado. Se decía que con los años se había vuelto más religiosa como una forma de afrontar su destino. Había seguido siendo una persona intensamente reservada y compartía muy pocos detalles personales con los demás. Hasta el final, insistió en que no podía estar enfermando a los demás porque estaba sana.

FUENTE: The Grunge

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