miércoles, 19 de febrero de 2025

Anselmo Vilar: El farero que salvó miles de vidas

 

Anselmo Antonio Vilar García, nacido en Lugo y fusilado en Vélez-Málaga entre el 9 y el 10 de febrero de 1937, fue un farero español. Su actuación en la Guerra civil española, al no encender la luz del faro de Torre del Mar durante dos noches, salvó la vida de civiles que huían de Málaga a Almería y que estaban siendo ametrallados y bombardeados por las tropas franquistas, en lo que se conoció como La Desbanda. Su padre había sido el primer farero de Torre del Mar, en el municipio de Vélez-Málaga, provincia de Málaga, ocupando luego él su lugar.


Anselmo Vilar 

 ​La masacre de la carretera Málaga-Almería ocurrió durante la Guerra Civil Española entre los días 7 y 12 de febrero de 1937 y resultó en miles de muertes, principalmente de mujeres, niños y ancianos huyendo de Málaga hacia Almería después de la entrada del ejército sublevado en la ciudad. La huida fue interrumpida por el ataque indiscriminado ordenado por el bando sublevado y causó entre 3.000 y 5.000 muertes. La información sobre esta masacre fue ocultada durante muchos años por la dictadura franquista, pero gracias a la documentación del médico canadiense Norman Bethune, se ha podido conocer más sobre lo sucedido. 

 En los primeros días de febrero de 1937 las tropas franquistas, con la ayuda de los camisas negras italianos, tomaron Málaga y provocaron el éxodo de millares de personas en dirección a Almería, ciudad aún bajo el control  de la República, mientras eran ametrallados por aviones alemanes e italianos y bombardeados desde el mar por barcos del ejército franquista, como el crucero Baleares.

  Anselmo Vilar decidió apagar las luces de su faro, dificultando así la orientación de los barcos y aviones y facilitando la huida de los refugiados. La zona próxima al faro fue, de este modo, la que menos sufrió los ataques.​ Tras la toma de la localidad por el ejército sublevado, Anselmo Vilar fue fusilado junto al cementerio de Vélez-Málaga, en la noche entre el 9 y el 10 de febrero de ese año.

jueves, 6 de febrero de 2025

La increíble vida de "María Tifoidea"

 La fiebre tifoidea es una enfermedad que se transmite a través del agua o de los alimentos contaminados con materia fecal y sus síntomas incluyen fiebre alta, náuseas y diarrea. Incluso en la época moderna, la fiebre tifoidea puede ser mortal y, a principios del siglo XX, lo era con frecuencia. Mary Mallon, pasó de ser una neoyorquina anónima de clase trabajadora a la infame "María Tifoidea". El descubrimiento de que contagiaba la enfermedad a pesar de que ella era asintomática, cambió todo lo que los científicos sabían sobre esa enfermedad. Para el público en general, ignorante en materia médica que leía historias sensacionalistas en la prensa, era una de las mujeres más temidas de los EEUU. 



Mary Mallon en la prensa de la época


Mary Mallon emigró desde Irlanda, en la década de 1880. Mallon era una adolescente, cuando cruzó sola el Atlántico, dejando atrás su hogar para siempre. Cuando llegó en 1883, la Estatua de la Libertad aún no estaba construida: Ellis Island no se abriría hasta nueve años después. Su tía y su tío llegaron antes que ella y pudo vivir con ellos. Mallon tuvo suerte y consiguió un buen trabajo como cocinera.

Cuando Mary Mallon empezó a infectar a sus empleadores y a sus familias con fiebre tifoidea al manipular la comida que les preparaba, no lo hacía a sabiendas. La teoría de los gérmenes era nueva; sólo se había demostrado a mediados del siglo XIX e incluso los cirujanos ignoraban la realidad que presentaba esa teoría hasta principios del siglo XX. En cuanto a la gente corriente, sabían aún menos sobre el tema, y mucho menos una mujer inmigrante sin educación como Mallon. Imagínate que estás en su lugar. Hasta donde sabes, nunca has tenido fiebre tifoidea, o al menos no una enfermedad grave. De repente, un desconocido se presenta en tu lugar de trabajo y te dice que estás propagando una enfermedad que no tienes y que estás matando gente. Además, quiere una muestra de tus heces. Tienes todo el derecho a echar a ese hombre de tu casa con un cuchillo, como hizo Mallon.

Un investigador, el Dr. George Soper, encontró evidencias concluyentes que vinculaba a Mary Mallon con varios brotes de fiebre tifoidea en las casas donde ella era cocinera, nunca fue acusada de ningún delito, y mucho menos condenada por alguno; enfermar accidentalmente a otras personas por no lavarse bien las manos sería un delito difícil de procesar. Si bien es trágico que algunas personas relacionadas con ella enfermaran y murieran, legalmente ella no era responsable. A pesar de ello, estuvo retenida contra su voluntad durante un total de 26 años. 


Mallon en el hospital 


Su primer confinamiento comenzó en 1907 en la Isla North Brother (utilizada para poner en cuarentena a otras personas con enfermedades infecciosas) en el East River de Nueva York . En ese momento, nunca se había descubierto ningún portador sano, por lo que los científicos y jueces involucrados podían creer que lo hacían por buenas razones, para permitirles estudiarla. Mallon se había negado a someterse pacíficamente a ser una rata de laboratorio por algo que no podía entender. Se negó a permitir que nadie tomara muestras de su sangre y heces, y reaccionó agresivamente a los intentos de hacerlo.

 Mallon no tenía idea de cuánto tiempo estaría retenida. Le dieron un pequeño bungalow para vivir y ayudó a los médicos y enfermeras de la isla, pero fue una vida infernal en la que no tenía mucho que hacer más que sentarse y pensar en que estaba allí en contra de su voluntad. Estuvo confinada en la isla desde 1907 hasta 1910, y nuevamente desde 1915 hasta su muerte en 1938. 

 Se calcula que en Estados Unidos cada año se convertían en portadoras asintomáticas entre 6.000 y 9.000 personas, y la comunidad médica ya lo sabía. Sin embargo, por alguna razón, Mallon fue la única que fue encarcelada. A otras, una vez descubiertas, se les podía exigir que se registraran en un departamento de salud local, se sometieran a controles periódicos y se les prohibiera evitar manipular los alimentos de otras personas. Pero incluso cuando esta se convirtió en la forma estándar de manejar al creciente número de portadores sanos de esta enfermedad mortal, Mallon siguió retenida contra su voluntad durante décadas.  


Mary Mallon junto a enfermas de fiebre tifoidea 


 Mary Mallon murió en el hospital de North Brother Island el 11 de noviembre de 1938. A esa altura de su vida estaba resignada a morir en aislamiento forzado. Se decía que con los años se había vuelto más religiosa como una forma de afrontar su destino. Había seguido siendo una persona intensamente reservada y compartía muy pocos detalles personales con los demás. Hasta el final, insistió en que no podía estar enfermando a los demás porque estaba sana.

FUENTE: The Grunge

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