¿Cómo se hizo el Cristo Redentor de Río de Janeiro?

Muchos brasileños creen que el "Cristo Redentor" de Río es un regalo de los franceses, al estilo de la "Estatua de la Libertad de New York. Pero la realidad es que Heitor da Silva Costa fue el diseñador y constructor del Cristo de Río.

Heitor Da Silva

En 1921 un grupo de católicos propuso la construcción de un monumento religioso (un Cristo Redentor),  para conmemorar el primer centenario de la Independencia brasileña. Se pensó que la montaña Corcovado era ideal para la estatua. Se hizo un concurso de proyectos que ganó el arquitecto Da Silva Costa.                                                                                      

La idea ganadora era un monumento a Cristo, con una cruz en la mano izquierda y en la derecha una bola del mundo, la imagen fue expuesta en algunos comercios. La gente empezó a llamar al Cristo, el Cristo del balón porque se pensaban que llevaba un esférico en la mano.

Da Silva pidió al pintor Carlos Oswald que hiciera varios bocetos con lo que él imaginaba como podía ser el Cristo. Oswald hacía bocetos de como se vería la imagen del Cristo durante las distintas estaciones del año, incluso durante los distintos momentos del día. Los simbolismos de la Cruz y la bola del Mundo fueron sustituidos por Da Silva en un segundo proyecto,  por los brazos en cruz y la inclinación de la cabeza que mira hacia abajo.

Heitor paso unos meses tomando medidas y distancias para ver como quedaría el Cristo visto desde la ciudad. Resolvió que la altura de 38 metros sería la ideal pues sería aproximadamente la décima parte de la altura de la montaña de Corcovado en el lugar donde se construiriá, que haría de pedestal de la imagen.

Los permisos para la obra del Cristo fueron cancelados por el Fiscal General de la República que lo declaró anti-constitucional. Algunos grupos de protestantes adujeron que el catolicismo no era la religión oficial de Brasil. Por lo tanto el Gobierno no debería apoyar una iniciativa de los católicos pues no era la religión del Estado. El presidente Epitácio Pessoa autorizó la imagen argumentando que fue la primera que lo solicitó y que si hubiese sido otra confesión religiosa también lo hubiese hecho.

Ahora quedaba la financiación del monumento, aquí es muy importante la participación del cardenal Sebastiao Leme. Este cardenal proclamó "la semana del monumento" para recaudar fondos para la obra. La campaña duró del 2 al 9 de septiembre de 1923 con un éxito jamás alcanzado anteriormente. Se hizo una lista con los nombres de los participantes y se puso en los cimientos del pedestal antes de que empezara la construcción de la estatua. La obra de esa manera le costo al Gobierno un precio muy razonable.

Da Silva partió en 1924 para Europa llevando los datos y bocetos del monumento, allí se puso en contacto con varios escultores decidiéndose por Paul Landowski. Junto a éste y el ingeniero francés Albert Caquot estudiaron el proyecto para su ejecución. Se hicieron varias maquetas de distintos tamaños y Caquot limpió el exceso de religiosidad de la estatua.

Landowsky

Da Silva consideró el cuerpo y los brazos como una obra de arquitectura y las manos y la cabeza como una obra de escultura. La cabeza y las manos de cuatro y tres metros respectivamente las hizo Landowsky en su taller. En mientras Caquot hacia un cálculo definitivo de la estructura de hormigón armado. Tenía que absorber la fuerza del viento, muy fuerte en la bahía de Río.

Da Silva hizo una estructura interna de cuatro columnas y diversas plantas para sujetar la fachada de la estructura externa, con la ayuda de unos diseñadores del Boulevard de St. Germain, hizo todos los bocetos necesarios para la construcción de la estatua. Todavía quedaba el acabado artístico, en 1927 Da Silva entro en una galería en los Campos Elíseos y se fijó en unos acabados de piedras pequeñas de una fuente que casaba muy bien con la idea que el tenía para el acabado de la estatua.

En la fase de construcción se edificaron oficinas, barracones... todos los materiales para la obra subían en tren. Utilizaban maquetas en menor escala para ver que la obra se estaba ejecutando de la manera deseada. La precisión de los cálculos permitió una obra de gran resistencia interna con la certeza de que estaba totalmente ajustado.

Heitor Levy maestro de obras, era el encargado de todo lo referente a los trabajos en la cima. Primero se subió la cabeza por la estructura interna, la colocaron y luego colocaron las manos. La cabeza estaba dividida en 50 partes, todos los trozos fueron subidos hasta la cima y todos los trozos fueron hechos en moldes de cemento. Para la fase más difícil la colocación de los brazos no había suelo firme donde apoyar los andamios, la superficie de la cima solo tenía 15 metros de anchura, menos de la mitad que necesitaban los brazos. Hubo que hacer el trabajo sobre un precipicio de setecientos metros. A pesar de ésto en la obra no murió nadie.

Un gran viento cayó los andamios, Da Silva se puso en contacto con la compañía eléctrica que le dió railes (en ese tiempo se construía el ferrocarril en Río) para que hiciera los andamios con acero y así continuó la obra.

La inaguración de la imagen se hizo el 12 de Octubre de 1931. Estuvo presente el presidente Getúlio Vargas, el nuncio del Papa y otras personalidades. La iluminación según la leyenda las encendió Marconi desde Roma,  pero la realidad es que se hizo desde allí mismo.

Hoy en día es el símbolo de Río de Janeiro y elegido una de las siete maravillas de la actualidad.






Fuente: Biografías y Documentales. Ivoox 

Foto 1: Flickr Heitor Da Silva

Foto 2-3: Creative Commons Wikipedia

Foto 4: Portal Sao Francisco 

Foto 5: Vuelos baratos