Francisco Boix estuvo internado en el campo de exterminio de
Mauthausen desde 1941 a 1945. ¿Cómo llego allí? En 1939 se produjo en España un masivo éxodo consecuencia de la Guerra Civil, que obligó a doscientas mil personas a refugiarse en el sur de Francia. Entre ellos Francisco Boix nacido en 1920 en el popular barrio poble sec de Barcelona.
Su padre era un gran aficionado a la fotografía le contagió esta afición a su hijo. En 1936 comienza la Guerra Civil, Boix afiliado a las Juventudes Comunistas se incorporó como fotógrafo a su órgano oficial "Juliol". Un año después se trasladó voluntario al frente como reportero.
Cuando terminó la guerra, gran parte de los vencidos atravesaron la frontera francesa, los republicanos españoles soportaron unas condiciones de vida penosas y humillantes en los campos de refugiados habilitados para ellos. Al poco tiempo comenzó la Segunda Guerra Mundial, esto hizo que los españoles confinados en los campos franceses, no tuvieran más que una salida alistarse en el ejército francés o en la resistencia. Boix formo parte de una compañía de trabajadores extranjeros y en mayo de 1940 cayó prisionero.Fue internado en un campo de trabajo en
Stalag con muchos españoles.
A finales de 1940
Serrano Suñer visita Alemania y negocia con Hitler anular la condición de ciudadanos españoles de todos los republicanos españoles hechos prisioneros en Francia. Se trataba de negociar su exterminio. Hitler firma un decreto para que los republicanos españoles sean entregados a la Gestapo para su traslado a un campo de exterminio.
La mayoría de los españoles recaen en el campo de Mauthausen en Austria, destinado a presos cuyo retorno no interesa. El objetivo era la aniquilación mediante el trabajo llevado hasta el límite de la resistencia humana. Unos ocho mil españoles ingresaron en Mauthausen. Las SS controlaban y gobernaba ese campo.
Boix es registrado en el campo el 27 de enero de 1941 con el número 5185. A su entrada declara ser fotógrafo y conocedor del idioma alemán, rudimentariamente aprendido en Stalag. Al principio trabajaba de intérprete, en 1941 el campo estaba en obras y los españoles estaban destinados a construir parte de su nueva prisión. La mayoría trabajaba en una cantera próxima, donde eran sometidos a esfuerzos sobrehumanos, piedras de más de 40 kilos a sus espaldas eran transportadas por los prisioneros hasta las obras del campo. En este período se construye la escalera que une la cantera con el campo, se decía que bajo la huella de cada uno de los 186 escalones se encontraba la sangre de un español.
Españoles en Mauthausen
Los españoles intentaron organizarse dentro del campo, bajo el manto de sus ideales comunistas. Organizaron el partido comunista dentro del campo. El principal objetivo era sobrevivir e intentar desplazar a los presos comunes de los mejores sitios dentro de Mauthausen.
Dentro del campo había un Departamento de Identificación, las cámaras fotográficas de los SS trabajan con avidez documentando la barbarie. Pero no tuvieron en cuenta que cada fotografía en el futuro podía ser un documento incriminatorio. Las SS con cada fotografía mandaba una copia a Berlin a
Himmler y otra copia la tenían archivada en el campo. En este departamento ya trabajaba un español, Antonio García, fotógrafo de profesión, se le comunicó a García que había otro español fotógrafo dentro del campo. De este modo Boix en 1943 fue destinado al servicio fotográfico del campo. Se cuenta que por su mediación se salvaron muchos prisioneros españoles que fueron recolocados en otros destinos más soportables.
Las visitas al campo de altos mandatarios de la SS a la cabeza Himmler fue también inmortalizada por las cámaras fotográficas, años después pagarían salir inmortalizados en las fotografías. Boix comunicó al partido si sería interesante conseguir los negativos de las fotografías. La dirección enseguida le dio el sí de inmediato.
Francisco Boix con su cámara a la izquierda
Una operación se pone en marcha para intentar sacar las fotografías del campo de exterminio, se trataba de descolgar desde una ventana donde estaban Boix y García un paquete de negativos, que un prisionero llevaría a desinfección, donde lo guardarían hasta que un español que trabajaba en la carpintería con la excusa de arreglar una ventana lo recogiese y guardase debajo de molduras hasta que se pudiese sacar al exterior. La primera fase de la misión había concluido con éxito.
En el campo había un comando de jóvenes llamados los "poschacher", que tenían entre 14 y 18 años, integraban este grupo de jóvenes, los hijos de los republicanos españoles hechos prisioneros junto a sus padres durante la ocupación de Francia.
Cuando hoy se visita Mathausen nos encontramos con un complejo comercial llamado
Poschacher, en esta empresa trabajaban en régimen de esclavitud este grupo de jóvenes que es de donde tomaban el nombre. Trabajaban en una cantera propiedad de esta firma, sus salarios como trabajadores iban para los bolsillos de los SS. Los "poschacher" salían todos los días a su trabajo, entonces se les dio la misión de sacar los negativos del campo. Se las arreglaron para meter el paquete entre la comida camuflado y así lo bajaron hasta la cantera.
En el pueblo apareció la figura de la Sra. Pointner que en conversaciones con los muchachos había dejado claro sus tendencias izquierdistas. Esta mujer trabajaba en la cantera limpiando el comedor de los trabajadores. La señora Pointner se encargó de guardar en su jardín el paquete con los negativos, detrás de una piedra en un muro de su jardín.
La caída de Berlin el 2 de Mayo de 1945 pone en huída a los SS que dejan los prisioneros a cargo de la policía y bomberos de Viena. El 5 de mayo una patrulla americana de observación cruza las puertas del campo. El grueso de las tropas libertadoras llegan al campo 24 horas después. Era tal el estado de muchos presos que en las 48 horas siguiente murieron dos mil de ellos.
Llegada de las tropas norteamericanas
Boix apenas liberado acude a casa de la señora Pointner por los negativos, en esa misma casa positivará algunos de ellos. Desde ese momento inicia la tarea de identificación y clasificación de las fotografías. Pero por aquel entonces el antiguo comandante del campo
Franz Ziereis fue herido por el lugar cuando se saltó un alto disfrazado de tirolés, Boix lo fotografió y estuvo presente en los interrogatorios como traductor, a los dos días murió y su cadáver fue expuesto en el mismo lugar de sus crímenes.
Boix como muchos compañeros regresaron a Francia, él llevaba consigo los negativos fotográficos. Pero por entonces Stalin llamaba traidores a todos los que hubiesen caído en mano de los enemigos. Los soviéticos que salían de Mathausen al llegar a la URSS iban a parar a otros campos de exterminio esta vez de los rusos. Al partido comunista no le interesaba ninguno de los documentos de Mauthausen.
En octubre de 1945 se monta el Tribunal Internacional Militar en Nuremberg y los franceses piden a Boix que participe como testigo. Su puesto en Mathausen le daba autoridad para ser una prueba de cargo contra muchos de los detenidos. Acuso a
Speer y a
Kaltenbrunner que estaban en algunas de las fotografías.
Francisco Boix en Nuremberg
De vuelta a Francia trabajo como fotógrafo en
L´Humanite, recorrió Francia, Argelía, Checoslovaquía, en 1948 es enviado como reportero al Tour de Francia, en ese momento le da la cara una enfermedad en los riñones, fue operado pero ya no fue el mismo. La muerte le llega el 4 de julio de 1951, su cuerpo reposa en el cementerio parisiense de Thiais.
Fuente:
Francisco Boix. Un fotógrafo en el infierno.
Foto 1:
La segunda guerra
Foto 2-3:
Scrapbookpages
Foto 4:
La comunidad. El país
Foto 5:
Francisco Porcel. Photoblog