martes, 21 de julio de 2020

Ghana: Carteles de cine pintados a mano


A finales de la década de 1980, las empresas de cine móvil estaban floreciendo en Ghana, llevando proyecciones de películas a pueblos y áreas rurales sin teatros ni electricidad. Estos "cineclubs" improvisados, compuestos por un generador diesel, una videograbadora y un televisor o proyector cargado en un camión, viajaban por todo el país exhibiendo éxitos de taquilla de Hollywood y Bollywood, así como películas de África occidental.

ACORRALADO  FUENTE


Para atraer a los espectadores, necesitaban publicitar sus ofertas. Pero no tenían los carteles originales de las películas, ni los medios para imprimir, los gobernantes militares del país habían restringido la importación de imprentas. Así que hicieron sus propios carteles. Los artistas locales eran los encargados de pintarlos a mano en sacos de harina usados. Eran grandes, generalmente de más de un metro de ancho y hasta un metro ochenta de altura. Estos carteles hoy en día tienen un alto valor económico entre coleccionistas.

En la década de 1990, en pleno apogeo del cine itinerante, varias decenas de artistas locales se dedicaban a producir estos carteles. Algunos de los artistas más populares, eran Joe Mensah, Nyen Kumah, Leonardo, Sócrates, Death is Wonder, Frank Armah y DA Jasper.

DEPREDADOR  FUENTE

Brian Chankin comenzó a coleccionar los carteles hace unos 10 años y los exhibió en un videoclub de Chicago. La gente quería comprarlos y vendió una gran cantidad de ellos. Los más apreciados han llegado a venderse por más de 50 mil dólares.

Brian Chankin con el artista Leonardo  FUENTE

La demanda de carteles en Ghana comenzó a desaparecer a mediados de la década de 2000, cuando la visualización de cine en el hogar se generalizó. Algunos artistas han mantenido viva la tradición y ahora están trabajando por encargo

En 2015, Brian Chankin abrió Deadly Prey Gallery, un estudio con sede en Chicago que trabaja con artistas ghaneses. Los carteles más solicitados son los grandes éxitos de acción de los años ochenta que hicieron famosos a los carteles. "Depredador, Terminator..."

Jurassic Park   FUENTE


Fuente y más carteles en: CNN 




viernes, 17 de julio de 2020

La triste historia de Baby Peggy la primera estrella infantil de Hollywood


A la edad de 5 años, Diana Serra Cary, más conocida como Baby Peggy, era una multimillonaria hecha a sí misma, protagonista de casi 150 cortometrajes y tres largometrajes. Dos años después estaba en la lista negra, rechazada por los mismos estudios que la habían explotado, haciéndola trabajar ocho horas al día, seis días a la semana.

Baby Peggy  FUENTE

Descubierta en 1920, cuando tenía solo 2 años, Baby Peggy pronto se convirtió en una de las artistas más famosas del cine mudo en Hollywood.  Fue la novia de Estados Unidos mucho antes de que Shirley Temple bailara en escena. De hecho el famoso número donde Temple canta "At the Codfish Ball " era una versión de la película "Captain January" de 1924 protagonizada por Peggy.





A la edad de seis años Baby Peggy,  recibió más de un millón de cartas de admiradores. Tenía su propia línea de muñecas y joyas. La niña y sus padres vivían en una enorme mansión de Beverly Hills.. Ese mismo año, sostuvo la bandera estadounidense en la Convención Nacional Demócrata, de pie justo al lado de Franklin Delano Roosevelt. Pero para cuando se convirtió en presidente en 1933, Baby Peggy se había retirado.

Roosevelt y Peggy  FUENTE

Como muchas estrellas infantiles antes y después de ella, los padres de Cary, Jack y Marian Montgomery, no cuidaron su bienestar. Jack, un antiguo especialista, controlaba todas las ganancias de su hija y las gastaba sin remordimientos. Hasta 1925, cuando terminó la floreciente carrera de Baby Peggy al pelear con un estudio por su salario. Un contrato de 1.5 millones de dólares de la época fue cancelado abruptamente, y ella repentinamente salió del negocio.

Pero sus problemas no se detuvieron allí. Jack y Marian empujaron a Cary al circuito del vodevil, usándola para cubrir su alto nivel de vida. La fortuna de dos millones de dólares se evaporó en el transcurso de un par de años, gastada en "hoteles, autos de lujo y viajes". La familia se mudó a Wyoming por un breve período, antes de regresar a Hollywood para probar suerte de nuevo.

FUENTE

En 1932, regresó al cine como Peggy Montgomery, con poco éxito. El público no estaba interesado en esta versión adolescente de la niña que habían amado casi una década antes. No encajaba en una industria que había dejado atrás el estilo de las imágenes silenciosas en favor de un nuevo tipo de estrella, entrenada para actuar con sonido. Durante los siguientes cinco años, Cary obtuvo algunos pequeños papeles, pero nunca recuperó nada cercano a la fama que tuvo de niña.

Cary finalmente tuvo la oportunidad de ir a la escuela con otros niños y asistió a la escuela secundaria Fairfax en Los Ángeles. Después de graduarse, se casó con su primer esposo, Gordon Ayres, de quien se divorció 10 años después. El matrimonio marcó un período de transición para Peggy, quien cambió su nombre para asegurar su anonimato. En 1954, se casó con el artista Bob Cary, con quien tuvo un hijo.

Pero su verdadera reinvención se produjo cuando, comenzó una carrera como escritora, primero para revistas y luego libros. A partir de la década de 1970, Cary comenzó a reflexionar seriamente sobre la industria que le había dado forma a su vida. Se convirtió en historiadora del cine, viajó a conferencias en festivales de cine para hablar sobre su vida y su carrera, y participó en documentales sobre los primeros días de Hollywood.

Cary murió en Gustine, California, a la edad de 101 años, casi cien años después de que el director Fred Fischbach la vio por primera cuando visitaba con su madre el Century Film Studios.

Vía: Refinery 29

martes, 7 de julio de 2020

Las mujeres que se volvieron verdes


En la década de 1890, una gran cantidad de ingresados (la mayoría mujeres) ​​en el Hospital St. Bartholomew de Londres fue diagnosticado con clorosis. La enfermedad conllevaba una serie de síntomas, como anemia, amenorrea, falta de apetito , pica (la necesidad de comer cosas que normalmente no se comerían, como cera) y fatiga. Pero lo más inusual, y lo que dio nombre a la enfermedad, fue el tinte verdoso que adquiría la piel de los afectados. Hoy en día quedan casos humanos dispersos y está casi desaparecida.

La clorosis fue descrita por primera vez en 1554, se le conocío hasta mediados del siglo XVIII como la "enfermedad de las vírgenes", y se pensaba que la mejor cura era el coito (la sangría también era un tratamiento popular). A las mujeres se le prescribía el matrimonio para curarlo.

Jan Steen   LA ENFERMA DE AMOR  FUENTE

La clorosis se consideraba una enfermedad de mujeres, recibía poca atención y se le aplicaban curas absurdas como la anteriormente citada del matrimonio. Otros tratamientos incluían quedarse embarazada o abandonar los estudios. Si bien había médicos que creían que los hombres también podían contraer clorosis, se pensaba que estos casos eran extremadamente raros, y los hombres diagnosticados con ella generalmente se describían como afeminados. La enfermedad se asoció predominantemente con las clases altas hasta mediados del siglo XIX.

Los tratamientos para la clorosis reforzaron en gran medida las ideas de la época sobre lo que deberían ser las mujeres: casadas, reproductivas y no centradas en la educación.

¿Qué pasó con la clorosis? La respuesta es probablemente triple: los síntomas se derivaron a un diagnóstico diferente, anemia hipocrómica; los tratamientos se volvieron más efectivos al enfocarse en la dieta más que en la virginidad; y los médicos con pacientes femeninas jóvenes ya no esperaban encontrar clorosis en todos lados.

Mucho de esta enfermedad sigue siendo desconocido. ¿Los afectados siempre se volvían verdes?. Un artículo de 1980 sobre la enfermedad en el British Medical Journal sugirió que "posiblemente muchos vieron verdor porque creían que debían verlo", y que el apodo de "enfermedad verde" podría deberse a que las mujeres involucradas eran metafóricamente verdes (es decir, sin experiencia) .

La salud pública perdió interés en la clorosis a medida que hubo preocupaciones más grandes como la pandemia de 1918. Las adolescentes verdes, se desvanecieron.

Vía: Ozy


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