martes, 4 de septiembre de 2018

Los criptógrafos polacos que ayudaron a descifrar ENIGMA


La cruzada de Alan Turing para descifrar los mensajes alemanes en la Segunda Guerra Mundial fue una carrera contrarreloj. Desde 1940 en adelante, Turing y su equipo diseñaron cientos de máquinas electrónicas, llamadas bombas, que descifraban las miles de misivas enviadas por los comandantes enemigos cada día para guiar a los aliados en el frente. Bletchley Park, el centro secreto donde todo sucedió, ganó su lugar en la historia. Pero como con todos los avances, hubo mucha más gente sentó las bases en el descubrimiento.

En su libro X,Y & Z, Dermot Turing, el sobrino del gran matemático, cuenta la fascinante historia de un grupo de matemáticos polacos que hicieron muchos avances en las máquinas codificadoras Enigma, años antes que Alan Turing y su equipo resolvieran el "enigma". Los polacos compartieron sus avances con los servicios de inteligencia franceses y británicos antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Las letras X, Y y Z fueron la abreviatura de los equipos de descifrado francés, británico y polaco.

FUENTE

Las habilidades polacas en la criptografía y la ingeniería de radio se unieron durante la Guerra Ruso-Polaca de 1920. Los informantes descifraron un telegrama de Iósif Stalin, que indicaba un ataque inminante contra Varsovia. Esto les dio tiempo a los polacos para proteger y salvar la ciudad. Maksymilian Ciężki y Antoni Palluth se ncontraban entre los descifradores de este telegrama. Después del conflicto de 1920, Ciężki se convirtió en líder de una unidad de radio-inteligencia. Palluth creó una empresa que fabricaba equipos electrónicos, incluidas radios del tamaño de una tarjeta de crédito para agentes secretos polacos.

Maksymilian Ciezki  FUENTE

En 1926, el ejército alemán empezó a enviar mensajes codificados de forma más aleatoria, lo que los hacía casi imposibles de descifrar. Fueron codificados usando la máquina Enigma. El teclado estaba conectado de forma que al escribir una letra se iluminaba una diferente en un conjunto de bombillas en la parte superior. Los rotores alteraban la ruta del circuito eléctrico con cada pulsación de tecla. Las máquinas estaban disponibles comercialmente pero modificadas para el uso militar alemán. Sin conocer la configuración de una máquina, no había forma de descubrir el código.

Máquina enigma  FUENTE

Ciężki contrató a un grupo de estudiantes de matemáticas para descifrar la máquina. Trabajaron silenciosamente en sótanos y en un búnker en el bosque. Marian Rejewski, ex alumno de la Universidad de Poznań en Polonia, fue uno de las componentes del grupo. Al timón del mismo estaba Gwido Langer, un polaco que había trabajado en inteligencia de radio para el ejército austriaco.

Gwido Langer  FUENTE

Mientras tanto, en Francia, Gustave Bertrand encabezaba la unidad equivalente. Los franceses tenían un enfoque más convencional para la recopilación de información: buenos agentes, reuniones clandestinas y pagos generosos. Bertrand tenía dos espías formidables. Rudolf Stallmann y Hans-Thilo Schmidt, este último fue captado por Stallman y era hermano de un coronel del ejército alemán. Schmidt proporcionaba documentos militares a los franceses. Bertrand creó una red para compartir inteligencia, con Polonia y el Reino Unido. En 1931, aceptó suministrar a Langer documentos militares alemanes. Uno de esos documentos, era un manual de Enigma.

Gustave Bertrand  FUENTE


Langer, Ciężki y Rejewski saltaron sobre él. Comenzaron a recopilar mensajes codificados y aplicaron su ingenio para encontrar pistas. Algunas veces los remitentes cometían errores. Los soldados alemanes usaban juegos simples de tres letras, como QQQ, para transmitir las configuraciones al receptor. Ocasionalmente, los mensajes podían adivinarse: por ejemplo, a menudo decían "maschine defekt".


Rejewski  FUENTE

En 1936, en el período previo a la guerra, el ejército alemán estaba reforzando sus comunicaciones. En octubre de ese año, los remitentes comenzaron a reiniciar las máquinas Enigma a diario. Otro matemático polaco, llamado Jerzy Różycki, se dió cuenta de que esto alteraba la frecuencia de las letras, revelando información adicional. El equipo desarrolló herramientas para trabajar a través de los cientos de permutaciones, incluyendo tarjetas perforadas y un dispositivo mecánico con rotores que imitaba a Enigma, que, por razones inciertas, el equipo llamaba bomba . Ambos conceptos fueron utilizados y desarrollados posteriormente por Alan Turing.

A finales de julio de 1939, poco más de un mes antes de que el ejército alemán invadiera Polonia, Bertrand hizo que el respetado criptólogo británico Dillwyn 'Dilly' Knox (que ya estaba trabajando en Enigma en Bletchley) se reuniera con el equipo de Langer cerca de Varsovia. Los polacos querían transmitir sus conocimientos. Knox tras llegar de Varsovia envió a los polacos una bufanda de seda impresa con una escena de carreras de caballos para reconocer que les llevaba ventaja en el estudio de Enigma. Los británicos inmediatamente intensificaron los esfuerzos de descifrado en Bletchley Park; en unos pocos meses, Alan Turing había rediseñado las"bombas"para que funcionaran más rápido. Las ideas polacas le ahorraron un año de trabajo.

Cuando estalló la guerra, la unidad de radio-inteligencia polaca fue liquidada. Los descifradores de códigos enterraron sus notas y máquinas y huyeron. Algunos terminaron en Argelia, el resto en Francia trabajando para Bertrand. La mayoría de los descifradores de códigos polacos sobrevivieron a la guerra, aprovechando la resistencia francesa y esquivando los servicios de inteligencia militar y la policía secreta alemana cuando Francia fue ocupada.

Criptógrafos polacos en el sur de Francia 1941. Ciezki séptimo por la izquierda. Bertrand décimo por la derecha y Langer justo detrás  FUENTE


Ciężki y Langer fueron arrestados y pasaron un tiempo internados en Sudetenland (ahora parte de la República Checa). Después de la guerra, se establecieron en Escocia. Palluth fue asesinado en Alemania en 1945, cuando una fábrica en la que trabajaba en el campo de concentración de Sachsenhausen fue bombardeada. Bertrand en 1972, escribió un libro sobre Enigma, y ​​así la historia de X, Y, Z comenzó a filtrarse.


Vía: Nature


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