Con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno que hoy se celebran en Sochi, es justo mirar hacia atrás y recordar que 600.000 habitantes murieron de hambre, frío, ahogados o masacrados en una campaña del imperio ruso para expulsar a los circasianos y demás pueblos caucásicos de la región. Los circasianos y demás habitantes de la región no encajaban en el programa de reformas del zar Alejandro II, porque los veía como un riesgo inherente a la seguridad de la frontera sur de Rusia.
Alejandro II FUENTE |
Cuando Alejandro II llegó al trono en 1855, heredó un imperio que se estaba perdiendo rápidamente en una guerra por el control del Mar Negro. La guerra de Crimea enfrentó al Imperio ruso contra el Imperio Otomano, Gran Bretaña y Francia. El 1856 la Paz de París, que puso fin a la guerra, no le concedió la independencia a Circasia pero se desmilitarizó el Mar Negro, lo que impidió a Rusia mantener una flota allí. Sochi, era entonces la capital de la región autónoma de Circasia. Los circasianos, se habían convertido al Islam como súbditos otomanos, durante décadas se habían enfrentados al Imperio ruso.
Dmitri Milyutin, Ministro de Guerra de Alejandro en 1861, ejecutó una propuesta de 1857 para expulsar a los circasianos al Imperio Otomano. Según Milyutin, la eliminación de los circasianos abriría tierras para los colonos cristianos y "limpiaría la tierra de elementos hostiles". La expulsión de cientos de miles de circasianos al Imperio Otomano dio lugar a una limpieza étnica. Los otomanos no estaban preparados para la afluencia de refugiados, y la falta de vivienda, alimentos, higiene... causó muchisimos muertos. Los circasianos que intentaron permanecer en el Imperio ruso y luchar por su tierra fueron masacrados. En la colina roja de Sochi donde se celebrarán las pruebas de esquí y snowboard, fue el sitio de la última batalla del Cáucaso, donde los ejércitos imperiales rusos vencieron a los defensores locales.
Escena de la Guerra Ruso-Circasiana FUENTE |
La expulsión total de los pueblos del Cáucaso tres años después en 1864 por Alejandro II continúa dando forma a las relaciones de Rusia con sus fronteras de Asia Central en la actualidad. Ciento cincuenta años más tarde, el presidente ruso, Vladimir Putin, tiene como prioridad la seguridad en el Cáucaso. La insurgencia continúa en el norte de Chechenia y demuestra que Rusia todavía no ha llegado a una solución pacífica duradera con los pueblos sin Estado de la frontera.
Vía: Smithsonianmag
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