miércoles, 23 de abril de 2014

El complicado reciclaje de los juguetes sexuales


Los juguetes sexuales son una industria en expansión, en el mercado mundial mueven 15 mil millones de dólares.a nivel mundial. Pero a medida que los juguetes sexuales son más comunes, aún no existe una manera fácil de reciclarlos.

Los juguetes sexuales se hacen a menudo con una variedad de materiales especiales para hacerlos blandos y no porosos. Esto va un poco más allá del habitual plástico, papel, vidrio... recogido por la mayoría de programas de reciclaje municipales. Pero el reciclaje de juguetes sexuales se puede hacer y se hace por pequeñas empresas de productos para adultos, dispuestos a invertir tiempo y dinero en ello.

En el Reino Unido, donde la ley obliga a que todos los artículos electrónicos deben ir al reciclaje, la empresa para adultos "LoveHoney" ofrece descuentos a los clientes que envían los vibradores que ya no utilizan. Luego los envía a una empresa de reciclaje electrónico llamada Sweeep, que afirma haber reciclado unas 20 toneladas de vibradores.

FUENTE

Toronto’s Come As You Are un cooperativa del negocio de sexo sin ánimo de lucro (la única en el mundo), ejecuta un programa para reciclar los viejos juguetes de sus clientes, ofreciendo un cupón de 15 por ciento de descuento a cualquier persona que lleva uno. La cooperativa recicla baterías y plástico con empresas privadas y los componentes eléctricos con el sistema de reciclaje de la ciudad de Toronto. Se está almacenando y esterilizando la silicona con vistas a reutilizarla en un futuro.

Scarlet Girl que vende juguetes sexuales online con sede en Portland. Paga diez dólares por producto devuelto. Su sede central tiene una habitación llena de juguetes usados. Para entrar en esta zona, un empleado debe usar guantes no porosos, una careta y un mono de protección desechable, como un traje de riesgo biológico Tyvek. Esto a pesar de que la empresa pide a los "recicladores" que antes de enviarlos sumerjan los objetos en una solución de lejía al 10 por ciento y luego dejarlos que se sequen al aire. El reciclaje de estos productos es verificado por un ingeniero ambiental y un especialista en patógenos transmitidos por la sangre. En los meses de mayor actividad, trabajan con más de 500 kilos de juguetes.

Así que, si usted pone su viejo Jelly Dong en un contenedor azul, la mayoría de los programas de reciclaje no serán capaz de hacer nada. Quizás una mirada perpleja del trabajador de la planta de reciclaje.

Vía: Nerve

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