Hoy en día, la mayoría de la gente ve su perro como compañero y amigo. Sin embargo, en la década de 1600, el perro de raza turnspit fue criado únicamente para ser un utensilio más de la cocina. Las pobres criaturas, descritas por los historiadores como de "cuerpo largo" con "piernas torcidas cortas," tenían que correr constantemente en una rueda de hámster gigante para hacer girar la carne sobre el fuego. Para asar grandes trozos de carne se tardaba entre 40 y 80 minutos por kilo. Por lo tanto, para cocinar la carne de manera uniforme, tenían que estar corriendo dentro de la rueda durante varias horas.
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Algunos cocineros ponían brasas en las ruedas para que los perros se moviesen más rápido, dejando a los perros sin agua, sin importarles el calor de los fuegos. Era una tarea tan ardua que en las cocinas de los locales de comidas, los perros tenían que trabajar en turnos para cocinar la carne.
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El maltrato de estos perros, fue la llama que impulsó a Henry Bergh para iniciar la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA), que combate el abuso animal. Sin embargo, fueron los avances tecnológicos los que finalmente terminaron con la terrible situación de los perros. Los turnspits fueron reemplazados por máquinas a vapor a finales de 1700.
Vía: HumanProgress
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