En el siglo XVIII, el campo estaba mal cultivado en España. Muchas fincas eran muy mejorables. En estas circunstancias se presentó en la corte de España un alemán llamado Gaspar de Thürriegel con un proyecto para reclutar familias en su país para poblar las colonias españolas en América. El ministro Campomanes solicitó un informe a su colaborador Pablo de Olavide y éste aconsejó que la idea se llevase adelante, pero no en América sino en la propia España.
Gaspar de Thürriegel FUENTE |
La comarca elegida fue Sierra Morena, al norte de la actual de provincia de Jaén. Entre Valdepeñas y Bailén mediaban casi 70 kms. totalmente deshabitados. También se designaron otros despoblados ( La Carlota y La Luisana).
En 1767, Carlos III autorizó el proyecto. Thürriegel se comprometió por contrato a traer a España seis mil colonos por los cuales el Gobierno español pagaría 326 reales por colono. El contrato tenía una serie de condiciones. Todos los colonos deberían ser católicos. La mitad al menos deberían ser agricultores o practicar algún oficio útil. Quedaba expresamente prohibidoque vinieran peluqueros, pajes y "gente de puro lujo". La mitad de los colonos tendrían que tener una edad comprendida entre los 16 y los 40 años. En cuanto a las mujeres que no podrían exceder del cincuenta por ciento del total, no serían mayores de 35 años.
A los colonos se le repartirían tierras, ganados y utensilios de labranza. Estarían exentos de tributos durante diez años. Tendrían los mismos derechos que los españoles, y serían atendidos espiritualmente mientras aprendían el español por curas traídos de sus países de origen. Los colonos fecibirían vivienda en las nuevas poblaciones, aldeas de entre 15 y 30 casas. A cada vecino se le entregaría unas 32 hectáreas y una parcela de monte. Cada familia recibiría un pico, una azadón, una hacha, un martillo, un arado, un cuchillo de monte, vajillas y mantas. También dos vacas, cinco ovejas, cinco cabras, cinco gallinas, una gallo y una cerda de parir. Y granos y legumbres para subsistencia y simiente durante el primer año. Cada tres o cuatro poblaciones tenían un diputado electo, que sería regidor, y alcalde párroco.
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Thürriegel imprimió folletos en alemán para ofrecer el paraíso español a los futuros colonos. Los efectos de la propaganda no se hicieron esperar en toda Europa Central. Hubo un gran éxito de convocatoria. Esto alarmó a las autoridades locales y regionale que prohibieron la emigración bajo severas penas y encarcelaron a los agentes comerciales de Thürriegel. Pero esto no desalentó la emigración, se organizó una emigración ilegal. Muchos colonos llegaron a España con pintorescos pretextos, como el de peregrinar al Santuario de Montserrat.
En otoño de 1767 arribaron los primeros colonos suizos, alemanes y flamencos al puerto de Almería. Las autoridades rechazaron a muchos por tratarse de vagabundos. Los colonos aceptados llegaron a Sierra Morena y empezaron a trabajar. Muchos no tardaron en desanimarse. La tierra no era fértil, mucho calor en verano y rigurosos inviernos. Para empeorar las cosas, una epidemia de tifus hizo estragos.
Carlos III entregando las tierras a los colonos alemanes. Cuadro de Jose Alonso de Rivero FUENTE |
La sensación de fracaso cundió tanto entre los colonos como entre Olavide y los que desde el Gobierno apadrinaban el proyecto. Empezaron a producirse deserciones y abandonos de tierras. Entonces Olavide admitió a otros colonos españoles, catalanes y valencianos se sumaron a las colonias. Olavide priorizó las colonias afincadas en mejores tierras, abandonando las colonias más deficitarias.
En 1775 ya había trece mil habitantes en las Nuevas Poblaciones. De las 1.354 familias que habitaban las colonias de Sierra Morena, 468 eran extranjeras. Se prescindió del clero alemán y gracias a la labor de la escuela y sobre todos los matrimonios mixtos, la asimilación cultural fue completa.
En 1835 las colonias germanas quedaron incorporadas por ley al Régimen Común, se consideraron a efectos oficiales como los demás pueblos de España.
Fuente: Enciclopedia Eslava
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