miércoles, 20 de marzo de 2019

El estudio de la orina a través de la historia


La orina puede contar mucho sobre nuestra salud. Puede determinar si estamos bien hidratado o como funcionan nuestros riñones. Puede indicar si se padece ictericia o si se tiene un nivel alto de azúcar en la sangre. El análisis químico moderno de la orina puede revelar una amplia gama de aflicciones. Incluso hace siglos, antes de que tales pruebas de diagnóstico estuvieran disponibles, y antes de que existieran los microscopios y los análisis de sangre y radiografías, la orina era el único fluido corporal que podía analizarse de manera confiable. Era transparente, tenía diferentes colores y sedimentos. Tenía un olor único, e incluso se podía degustar.

Médico examinando orina de Bigot  FUENTE

Hace más de 3.500 años, los médicos del antiguo Egipto y la India pudieron diagnosticar la diabetes en sus pacientes por el exceso de azúcar que contenía la orina. De hecho, la diabetes fue una de las primeras enfermedades descritas. Un antiguo manuscrito egipcio que data del año 1500 A.C. describe la enfermedad como "un vaciado demasiado grande de la orina", mientras que los médicos de la India llamaron al mismo tiempo la enfermedad madhumeha , o "orina de miel". El sabor de la orina de una persona diabética era casi universalmente conocido. El término "diabetes" fue acuñado por primera vez por el médico griego Apolonio de Menfis, en el siglo III AC. Apolonio de Memphis la describía como la enfermedad en la que el agua pasaba por el cuerpo directamente, sin fijarse en el, llamándola Diabetes ( Del griego “Dia” a través y “Betes” pasar) por que toda el agua que tomaba el paciente la orinaba inmediatamente. El médico inglés Thomas Willis añadió a la diabetes el término mellitus o "dulce de miel" en 1674.

La urroscopia, o la práctica de examinar visualmente la orina de un paciente, fue fomentada por Hipócrates (460-377 aC), conocido como el "Padre de la medicina". Hipócrates creía que la orina era un producto de desecho a través del cual el cuerpo intenta deshacerse de las materias que producían las enfermedades. El color, la transparencia, y otras características de la orina ofrecían una ventana a lo que estaba sucediendo en el interior del organismo.

Hipócrates  FUENTE

En el siglo VII, el médico bizantino Theophilus escribió un libro muy popular sobre uroscopia que detalla cómo diagnosticar una variedad de enfermedades a través de la orina. Aproximadamente 300 años después, el influyente médico árabe Isaac Judaeus desarrolló un complicado diagrama de flujo que, según él, podría determinar todas las enfermedades conocidas, con más de 20 tonos de orina para elegir. El gráfico se convirtió en un gran éxito entre los médicos medievales.

Diagrama de flujo de Isaac Judeaus  FUENTE


Estos diagramas de flujo conocidos como ruedas de orina se convirtieron en una inclusión estándar en los textos médicos durante siglos, especialmente durante la Edad Media, cuando el interés en la uroscopia alcanzó su punto máximo. Para entonces, se reconoció ampliamente que ciertas enfermedades alteraban notablemente el color, el olor y el sabor de la orina. El análisis visual de la orina se convirtió en una práctica médica tan estándar que la imagen arquetípica de un médico sosteniendo un frasco de vidrio de fondo redondo lleno de orina, conocida como la matula, se convirtió en el símbolo de la profesión médica.

Médico con una matula en la Edad Mediae   FUENTE

La orina también se utilizó para determinar el embarazo. Un texto que data de 1552 explica que la orina de una mujer embarazada tiene un "color limón claro y pálido tendiendo a un color blanquecino, con una nube en la superficie". Algunos médicos agregaron vino a la orina con fines del diagnóstico del embarazo. Cuando el alcohol en el vino reaccionaba visiblemente con la proteína en la orina, la prueba se consideraba positiva. Dado que la excreción de proteínas en la orina aumenta sustancialmente durante el embarazo, la prueba funcionaba.

La evaluación sensorial de la orina finalizó a fines del siglo XVIII y principios del XIX, y fue reemplazada por un análisis químico. El análisis de orina sigue siendo una herramienta de diagnóstico importante, aunque los patólogos modernos simplemente miran en el microscopio o mezclan varios productos químicos con la orina y observan los resultados. Hacer girar un matraz de orina y tomar un sorbo para diagnosticar una enfermedad es un "arte" perdido.

Vía: AmusingPlanet


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