jueves, 15 de mayo de 2025

Los monjes que hicieron el primer chocolate de Europa

 

   Tras el descubrimiento de América, se inició un intercambio continuo de alimentos tanto de América a Europa, como de Europa a América. Uno de los alimentos que se introdujo en Europa fue el cacao. Antes de la llegada de los españoles a América, las civilizaciones mesoamericanas, como la de los mayas y aztecas, ya habían elaborado sus propias bebidas a base de cacao. Por ejemplo, el “chocolate” de los aztecas se elaboraba mediante cacao, pimienta, hierbas, vainilla y otras especies como la guindilla.

   Lo más parecido al chocolate actual, es decir masa de cacao, manteca de cacao y azúcar, se elaboró por primera vez en Europa en 1534, cuando unos monjes del Monasterio de Piedra (Zaragoza) mezclaron el cacao con azúcar y otras especies como la canela, eliminando de esta manera el sabor amargo original del cacao. No obstante, hay indicios de que en 1529, las monjas de un convento de Oaxaca (México) fueron las primeras en añadir azúcar al cacao. De una manera u otra, tanto el convento de Zaragoza como el de Oaxaca estaban bajo dominio español.


Monjes del monasterio de Piedra haciendo chocolate 


   Cuando Cristóbal Colón llevo muestras de Cacao a los Reyes Católicos, estás no fueron bien recibidas por su sabor amargo y picante. Por lo que, en un principio el cacao no fue del agrado de la corte española. No obstante, hubo una figura histórica llamada Hernán Cortés, que tuvo la oportunidad de probar en persona el brebaje de los aztecas y este sí que vio potencial en él. Estas fueron sus palabras: “Cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse”

   Gracias a la incorporación del azúcar, el chocolate fue ganando popularidad con el tiempo. Primero entre los miembros de la Iglesia española y las altas esferas de la corte. Con el tiempo, se fue extendiendo a todo el mundo y clases sociales.

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