Muchos de nosotros utilizamos el ascensor a diario, es algo tan
común que no nos paramos ni a pensarlo. De hecho, es tan común que
España es el país del mundo con más ascensores per cápita, en torno a 19,8
ascensores por cada 1.000 habitantes. La segunda posición es para Italia con
14,7.
¿Por qué tenemos tantos ascensores? Aunque a más de uno se le
haya pasado por la cabeza, no es porque seamos los más vagos. Es debido a
que somos el país europeo con más población viviendo en bloques de pisos
(65%). La media europea es de alrededor de un 40%. A diferencia, de por
ejemplo un chalet, algo muy típico en Estados Unidos, los bloques de
apartamentos por lo general tienen uno o varios ascensores.
Además, España es un país de propietarios. El 83,2 % de las
viviendas son en propiedad, mientras que en Alemania son
aproximadamente la mitad. El tener un piso en propiedad facilita que los
vecinos se pongan de acuerdo y quieran invertir en sí mismos, poniendo un
ascensor para mejorar su calidad de vida.
En nuestro país, el primer ascensor se instaló en la calle Alcalá de Madrid, en pleno centro de la capital española, concretamente en el número 5. A día de hoy, tanto el ascensor como el edificio no existen porque este último pereció bajo las balas de la Guerra Civil.
La instalación se firmó poco antes de la Navidad del año 1877, exactamente el 15 de diciembre, y en ella tomaron parte los tres ingenieros responsables y el propietario del edificio, Valentín Morales.
Habría que esperar hasta el año 1903 para tener noticia de nuevas instalaciones en España. Las crónicas de palacio de Madrid hablan de ese año como la fecha de la inauguración de tres ascensores en el Palacio Real de la capital bajo el nombre de Carlos III, Rey y Damas. Tras Madrid, ciudades como Valencia o Alicante inauguraron sus primeros ascensores en la primera década del siglo XX.