Franz Reichelt pidió permiso a la autoridad competente y subió a la Torre Eiffel con un maniquí vestido con este diseño de murciélago. Por supuesto el maniquí se estrelló en el suelo. Pero él estaba convencido de que esto había ocurrido así porque el maniquí no había podido abrir los brazos. En 1912 concretamente el 4 de febrero consiguió permiso de la autoridad competente para poder lanzarse desde la Torre Eiffel con su diseño alado. Las autoridades le obligaron a firmar un papel eximiendoles de cualquier responsabilidad. Franz subió hasta la mitad de la Torre Eiffel se lanzó al vacío y por supuesto cayó desplomado al suelo.
Aquí os dejo un vídeo de la época en donde se inmortaliza la "hazaña"
Fuente: La historia más curiosa. Alberto Granados.
Foto: Creative Commons
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