La historia está llena de extraños remedios médicos, pero pocos son tan terribles como los de la "medicina cadáver". Ungüentos de grasa humana, restos de cadáveres embalsamados... eran prescritos para tratar una serie de enfermedades.La medicina moderna utiliza tejidos de cadáveres para ayudar a la vida; además de trasplantes de órganos, piel de cadáveres que se utiliza para las víctimas de quemaduras, antes de que puedan recibir los injertos de su propia piel.
Los "medicamentos" que se enumeran a continuación no son componentes de canibalismo ritual o simbólico de algunas culturas, son remedios de médicos prominentes de la historia.
Polvo de momia
Desde el siglo XII al siglo XVII, cualquier farmacia europea tenía polvo de momia en sus estanterías. Estaba garantizado para curar todo, desde dolores de cabeza a las úlceras de estómago, y los parches hechos con polvo de momia se fijaban a menudo sobre los tumores. Pero no solo los humanos se beneficiaban del polvo de momia, los halcones enfermos también se "curaban" con este remedio.
Polvo de momia. Fuente |
La demanda del polvo momificado superaba con creces la oferta, no se podía ir a una pirámide y empezar a cavar. Sin embargo, si se podía desenterrar algunos cadáveres, desecarlos, molerlos, y venderlos como "polvo de momia." Nadie notaría la diferencia.
Lo que es particularmente interesante sobre el "polvo de momia" es que la moda de este remedio puede haber surgido de un malentendido. El lodo del Mar Muerto era un medicamento comúnmente recetado en la antigüedad para todo tipo de dolencias: cataratas, lepra, gota, disentería, artritis reumatoide... La palabra persa que significa cera, "Mumia" , se utiliza a menudo para describir el betún. Mumia también se refiere a otra sustancia que era utilizada en el embalsamamiento de las momias . La sabiduría popular sostenía que se trataba de la momia, no de la sustancia que se usaba en su embalsamamiento, lo que contenía las cualidades medicinales. En los tratados de medicina, las palabras "Mumia" y "momia", se convirtió en sinónimo.
El hombre de Mellified
Siga esta receta: Tome un varón voluntario de 70 años o 80 años, dele de comer nada más que miel. A su muerte (por lo general en un mes), lo sella en un ataúd lleno de miel. A los 100 años, se rompen los sellos. Esta es la receta para el "Hombre de Mellified" , un "dulce" que supuestamente podría sanar fracturas y heridas. Esto aparece en el compendio naturalista "Materia Médica China de Li Shih-chen, publicado en 1597. Aunque Li escuchó rumores que estos hombres se "preparaban" en Arabia,no fue capaz de confirmar la veracidad de estos informes.
Gotas del Rey
Este brebaje, hecho de esencia de cráneo humano en polvo, se hizo popular gracias a un apoyo real. Carlos II de Inglaterra, quien se interesó mucho en la química durante su exilio en Francia, compró los derechos de las "Gotas de Goddard" por 6.000 libras a Jonathan Goddard, un famoso cirujano y profesor en el Gresham College de Londres. Desde ese momento empezó a llamarse "Gotas del Rey" y las fabricaba y vendía el propio Carlos II.
Carlos II de Inglaterra. Fuente |
El cráneo era un ingrediente clave en este proyecto se supone que promovía la salud y el vigor. Un montón de médicos desarrollaron medicamentos con el cráneo como ingrediente principal, incluyendo a Sir Digby Kenelm, que trató a los epilépticos, con el cráneo de un hombre que había muerto violentamente, y Thomas Willis, quien pensaba que un poco de chocolate mezclado con cráneo humano era el mejor remedio para la apoplejía .
Sangre e hígados de los gladiadores.
En la antigua Roma, el hígado y la sangre humana eran considerados potentes tratamientos para la epilepsia. Y que mejor que fuese el hígado de alguien sano, fuerte y valiente. Así que, si sufría de epilepsia, es posible que te tocara pasar el rato alrededor del Coliseo, por si acaso uno de esos sanos, fuertes, y valientes gladiadores moría. De hecho, inmediatamente después de los combates mortales, la gente podía encontrar la sangre de un gladiador caído, en algún puesto cuando todavía estaba caliente.
Cerebros humanos
En el siglo XVII, los cerebros se prescriben como una cura otra vez, de la epilepsia. El médico inglés John French y el químico alemán Johann Schroeder, registraron dos fórmulas para el tratamiento de la epilepsia. French recomendó moler el cerebro de un hombre joven que hubiese muerto de forma violenta, formando una pulpa, y luego remojar en vino y estiércol de caballo durante medio año. Schroeder mezclaba una infusión de tres libras de cerebro humano con agua de la azucena, lavanda, y malvasía.
Aunque la de Schroeder parece más "poética", el había preparado fórmulas mucho más horribles. Como picar un cadáver en trozos pequeños, y luego machacarlo hasta hacerlo una pasta para que macerase.
El sudor de los moribundos
Otro médico inglés del siglo XVII, George Thomson creía que ninguna parte del cuerpo humano debía desperdiciarse, incluyendo los excrementos. El sudor de un hombre moribundo fue la cura prescrita de Thomson para las hemorroides. Si el verdugo local no era lo suficientemente considerado como para recoger el sudor, siempre se podía pasar la mano sobre el sudor del recién fallecido.
Del mismo modo, frotar la mano de un hombre ahorcado se creía que era bueno para curar los quistes y verrugas, e incluso en el siglo XIX hay informes de personas que, después de las ejecuciones públicas, se frotaban la mano de la persona ahorcada por sus quistes.
Ungüentos de grasa humana
Para los que sufrían de dolor en las articulaciones y huesos, calambres musculares... se les recomendaba pomadas de grasa humana, a menudo mezcladas con grasa animal, sangre, médula ósea, y cerveza, En algunas regiones de Europa, los criminales ejecutados, los combatientes enemigos muertos... se les llevaba a los laboratorios de procesamiento, donde sus cadáveres se hervían y se le extraía su grasa.
Los verdugos de los Países Bajos sacaban un extra con la grasa de sus ajusticiados, que vendían al día siguiente de su defunción. En un artículo de American Journal on Pharmacy de 1922, se afirmaba que "La grasa de verdugo", todavía estaba en boga entre los holandeses para el tratamiento de las dislocaciones y la cojera. Sin embargo, dado que en ese país se había prohibido la pena de muerte 70 años antes, era poco probable que estos ungüentos "humanos" eran genuínos.
Cápsulas Tai Bao
Este tipo de medicina que estoy relatando puede que no sea completamente una cosa del pasado. En su libro, " Stiff: The Curious Lives of Human Cadavers", la escritura y divulgadora científica Mary Roach menciona un medicamento llamado cápsulas Tai Bao, que se supone que contiene placenta en polvo y tejido fetal abortado.
Fuente |
Las pastillas se recomiendan para mejorar la resistencia, el tratamiento del asma, y embellecer la piel. Roach investigó sobre el asunto en el Hospital del Pueblo de Shenzhen en China. Un médico le afirmó que esas cápsulas, efectivamente, contienen tejido fetal. Las noticias sobre estas cápsulas persisten hoy en día. Funcionarios de aduanas de Corea del Sur informaron que habían intervenidos píldoras que contenían polvo de tejido humano procedente de China. Estos funcionarios de aduanas afirman que se han incautado 17.500 pastillas de este tipo, en lo que va de año.
Vía: io9
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