No cabe duda que la España que quedó tras la victoria de Franco en la Guerra Civil, era una España triste, de penurias, persecuciones y una moralidad muy "católica". La confesión casi obligatoria hacía que a los directores espirituales de las esposas, se les hiciese algún que otro regalo para que tuviesen manga ancha en el listón del pecado cuando del "acto amatorio" se trataba.
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En aquellos tristes años cincuenta del pasado siglo, algunas mujeres, principalmente las que se habían educado bajo el manto protector de las monjas, murmuraban la siguiente jaculatoria en medio del acto sexual. "No es por vicio ni fornicio, que es por dar hijos a tu servicio".
Transcurridos más de cincuenta años de ésto, digamos que la cosa se ha vuelto más divertida y ahora sería una cosa así, "No es por dar hijos a tu servicio es por vicio y fornicio". Los tiempos cambian a veces para mejor.
Fuente: De la alpargata al seiscientos. Juan Eslava Galán
Esa «oración» la vi en la película «Como agua para chocolate», ambientada en tiempos de la Revolución mexicana. Curiosamente, la rezaba el hombre después del acto, y no la mujer durante el mismo.
ResponderEliminarAfortunadamente, los términos medios existen y la antropología católica actual no defiende ni una frase ni la otra, sino el equilibrio: por placer, y por dar vida.