Una de las cosas que se repiten todas las navidades aparte de el Sorteo de la Lotería de Navidad, "Que bello es vivir" de Capra y alguna otra cosa, es que te echen en la tele algunas de las muchas versiones cinematográficas de "Un cuento de navidad" de Charles Dickens. Y el personaje central de esta obra es Ebanezer Scrooge. Pero lo que no sabe mucha gente es que parece, que se inspiró en una persona real.
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El personaje real sería un tal John Elwes (1714-1789) cuyo nombre al nacer era John Meggot. El quedó huérfano a muy temprana edad. Su padre, era un rico cervecero de Londres llamado Robert Meggot, que murió cuando el niño tenía sólo cuatro años. Su madre, Amy Elwes, también murió al poco tiempo. Cuando ella murió, la fortuna de la familia, estaba estimada en unas cien mil libras (unos 29 millones de dólares en la actualidad).
John se educó en la Escuela de Westminster, un internado exclusivo en la Abadía de Westminster en Londres. Y después vivió en Suiza durante unos años antes de regresar a Inglaterra. Cuando él era joven, vestía bien, gastó el dinero sin preocuparse, y se movia en los círculos más de moda de Londres. Le encantaban los vinos franceses y los restaurantes. Él era un experto jinete y cazador de zorros, y un apasionado del juego, apostó y perdió, miles de libras en los juegos de cartas.
John Elwes. FUENTE |
Por desgracia para Meggot, la tradición de acumular dinero era una costumbre muy familiar, por lo menos por parte de su madre. Se decía, que Amy Elwes fue a la tumba antes de tiempo porque se negó a echar mano de la fortuna de la familia para comprar alimentos, y, literalmente, se morían de hambre. Su hermano, Harvey, era un avaro vivía en una finca heredada y aunque llegó a tener una fortuna personal de más de 250.000 libras, permitió que su propio hogar se viniera abajo. Por el techo de la casa entraba el agua cuando llovía y sus paredes estaban enmohecidas. Las ventanas rotas eran "reparadas" con papel, y el mobiliario estaba infestado de gusanos.
En lugar de comprar ropa, el tío Harvey llevaba la ropa vieja de su pariente muerto. Y al igual que su hermana, odiaba comprar alimentos, pasaba sus días vagando por su finca cazando perdices para poder comer de forma gratuita. En las noches frías se mantenía caliente paseándose de un lado a otro por su gran salón en vez de encender un fuego. Vivió como un ermitaño durante más de 50 años, no se casó y no tuvo hijos.
Como el tío Harvey no tenía hijos, John esperaba heredar la fortuna de su tío. Por eso, en 1751, cambió su apellido de Meggot a Elwes, para asegurarle a su tío que el nombre de la familia sobreviviría. John visitaba a su tío regularmente. Antes de visitar la finca de su tío, cenaba en casa de amigos. A continuación, se detenía en un mesón para cambiar sus ilustres ropajes por prendas hechas jirones que guardaba para ese fin. En las cenas él y su tío comían perdices, u otros pequeños animales que Harvey había logrado cazar ese día. Mientras comían hablaban sobre el dinero y cómo otros lo dilapilaban.
Cuando Harvey murió en septiembre de 1763, John heredó toda su fortuna. John Elwes acumulaba entonces una fortuna de 350.000 libras, el equivalente a más 100 millones de dólares de la actualidad. Para entonces John Elwes había asumido la mayor parte de los hábitos de su tío, aunque todavía tenía gustos caros, aunque siempre cuando otro pagaba la cuenta. Ahora los harapos los llevaba todo el tiempo, y nunca se limpiaba los zapatos. Al igual que su tío, sus fincas parecían abandonadas y en ruinas. Se negó a comprarse un carro, montar a caballo era más barato, cabalgaba por la tierra blanda, para no tener que comprar herraduras a sus caballos. Si viajaba por la noche, buscaba un lugar con hierba, de modo que el caballo podía comer gratis, y él dormía debajo de un árbol para ahorrar el precio de una habitación en un posada. Tuvo dos hijos sin estar casado y se negó a pagar por su educación.
En 1774 a Elwes tuvo la oportunidad de entrar en la Cámara de los Comunes, y ganó las elecciones. La política no lo cambió, durante sus 12 años en el cargo, Elwes vistió pobremente, iba caminando a todos lados para ahorrar el costo de compartir un coche con otros parlamentarios. Aunque Elwes vivía de esta manera, prestaba dinero a sus amigos para montar empresas especulativas. En total, se estima que perdió unas 150.000 libras en préstamos incobrables y en las inversiones. No importa, su fortuna seguía creciendo. A mediados de la década de 1780, tenía casi un 1.000.000 de libras, unos 290 millones de dólares.
Cuando dejó la política su tacañería se intensificó. En las raras ocasiones que compró en una carnicería, compraba el animal entero para conseguir el mejor precio, y luego lo comía poco a poco. En una época en la que no había frigoríficos, esto significaba que la carne que comía a veces estaba putrefacta.
John Elwes. FUENTE |
John Elwes había heredado varias propiedades en Londres, y compró alguna más hasta que poseía más de 100. La mayoría las tenía alquiladas, él y la vieja que le servía de cocinera y doncella se quedaban en cualquiera de sus propiedades que estuviese vacía, pues no tenía residencia fija, pero sólo se quedaba en su "hogar" el tiempo que tardaba en encontrar un inquilino. Su mobiliario se componía de una cama para él y otra para la criada, una mesa y un par de sillas.
Sus constantes mudanzas estuvieron a punto de costarle una vez la vida. Una vez, él y su criada cayeron muy enfermos, pero nadie sabía dónde estaban. Por suerte para Elwes, su sobrino fue a buscarlo y encontró a un niño que ha visto "un hombre pobre" entrar en una de las propiedades de Elwes. El sobrino corrió allí y su tío pudo sobrevivir aunque era demasiado tarde para salvar la vida de la doncella, llevaba dos o tres días muerta.
Aunque no murió, el estado mental de Elwes quedó tocado. Su obsesión con el dinero rayaba la locura. Hacía envolver cada moneda que tenía en un pedazo de papel y lo escondía en algún lugar de su habitación, para quedarse la mitad de la noche vagando por la casa en estado de agitación, tratando de recordar dónde había escondido las monedas. Aterrorizado de morir sin un centavo, se despertaba en medio de la noche gritando a ladrones imaginarios.En noviembre de 1789, Elwes enfermó y tuvo que guardar cama. Él murió ocho días después. Cada uno de sus dos hijos heredó casi 500.000 libras. Hasta donde se sabe, ninguno de ellos heredó la avaricia de su padre.
Edward Topham era un amigo de Elwes y estaba fascinado por su estilo de vida , y en 1790 escribió "La Vida del último John Elwes" . El libro fue un éxito de ventas, con 12 ediciones en 1805. Su éxito inspiró a otros libros y artículos, y el nombre Elwes "pronto se convirtió en una palabra de uso común, sinónimo de tacañería. Charles Dickens conocía la historia y mencionó a Elwes, en su novela de 1865 "Nuestro común amigo".
Charles Dickens. FUENTE |
A pesar de que al parecer nunca lo dijo explícitamente, se cree que Dickens se inspiró en John Elwes para su personaje de Ebenezer Scrooge, el avaro de "Un Cuento de Navidad". En su primera edición, en 1843, Dickens trabajó en estrecha colaboración con los ilustradores para crear imágenes de sus personajes y Ebenezer Scrooge tenía un parecido sorprendente con John Elwes.
Ilustración de 1843 de John Leech FUENTE |
Vía: Neatorama
Muy buena entrada. Lo que más gracia me ha hecho es cómo puede llegar a contagiarse la racanería.
ResponderEliminarSaludos.