jueves, 16 de mayo de 2013

Cuando los estadounidenses y los nazis lucharon juntos


El 5 de mayo 1945, cinco días después del suicidio de Hitler, tres tanques Sherman de la 12ª División Blindada del ejército norteamericano, bajo el mando del capitán John C.Lee Jr., conquistó un castillo austriaco llamado Schloss Itter en el Tirol. Era una prisión especial que albergaba a varias personalidades francesas, entre ellos los ministros Paul Reynaud y Eduard Daladier y los generales en jefe Maxime Weygand y Paul Gamelin, entre otros. Sin embargo, unidades de la 17 División Panzer Waffen-SS llegaron para recuperar el castillo y ejecutar a los prisioneros, Lee asediado y superado en número tuvo el apoyo de los soldados alemanes de la Wehrmacht que habían en el castillo. Lucharon juntos contra una de las mejores unidades del Tercer Reich.

File:Schloss Itter.JPG
Schloss Itter  FUENTE

Esta batalla fue la única vez en la Segunda Guerra Mundial que las tropas estadounidenses y alemanas se unieron como fuerzas en combate aliadas, y también fue la única vez en la historia de Estados Unidos que las tropas estadounidenses defendieron un castillo medieval contra un ataque de fuerzas enemigas. Para hacerlo más épico, dos de las mujeres encarceladas en el castillo, Augusta Bruchlen, mujer del líder sindical Leon Jouhaux y Madame Weygand, la esposa de general Maxime Weygand participaron en la batalla como si fuesen una parte más de la tropa.

Los hombres de Lee y las tropas de la Wehrmacht comenzaron a luchar. Tropas de las SS rodearon el castillo dirigiéndose hacia la puerta principal del mismo, mientras otros trepaban por la zona oeste. Defensores americanos alemanes y prisioneros franceses derramaron fuego contra los atacantes. Varios de los hombres de la Wehrmacht murieron en el tiroteo.

John C. Lee  FUENTE

Mientras tanto el mayor John Kramer y sus cuatro hombres habían llegado a las afueras de Wörgl, donde se podía ver claramente la batalla, y uniéndose a un pelotón de reconocimiento partieron hacia el castillo. Kramer se comunicó con Lee por teléfono y este le indicó lo precario de su situación. Kramer le indicó que se dirigían hacía el castillo.

Las fuerzas estadounidense-alemanas estaban casi sin municiones. Consciente de que se estaba quedando sin opciones. Lee comenzó a planear lo que haría si la fuerza de relevo no se presentaba a tiempo. La solución fue literalmente medieval, luchar metro por metro bayoneta en mano. Poco antes de las tres de la tarde, un grupo de hombres de la SS estaban preparados para lanzar un cohete antitanque en la puerta principal cuando el sonido de armas automáticas y armas de tanques detrás de ellos marcó un cambio radical en la situación táctica. Un soldado de la Wehrmacht alertó a los defensores del castillo que la fuerza de relevo había llegado. Segundos después, los atacantes de la SS huyeron por los bosques de los alrededores. La batalla por el castillo de Itter había terminado.

Lee y siete estadounidenses más los soldados de la Wehrmacht supervivientes fueron transportados en un camión a Kufstein. Una vez allí, los alemanes fueron hechos prisioneros de guerra. A finales de mayo, Lee recibió un ascenso a capitán.

Vía: The Daily Beast y Historynet

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