Un día de marzo de 1925, en el quinto año de la "Ley Seca", un hombre llamado George Cassiday paseaba en el edificio de oficinas de la Cámara de Representantes de EE.UU., con un maletín y con un sombrero de color verde chillón. El policía en la puerta reconoció Cassiday, no era de extrañar. Casi todo el mundo en el Capitolio lo conocía. Él era contrabandista favorito del Congreso, entregaba alcohol a docenas de congresistas, quienes encontraban en la bebida, un calmante para los tediosos y largos días de debates políticos. Pero eso día, la policía detuvo a Cassiday, inspeccionó su maletín, encontró licor y lo arrestó.
George Cassiday FUENTE |
Cuando los periodistas se enteraron de que un contrabandista fue arrestado en el Congreso, se informaron sobre el sujeto a los que los testigos describieron como "un hombre con un sombrero verde." A la mañana siguiente, Cassiday se hizo famoso en todo EEUU como "El hombre en el sombrero verde," un símbolo viviente de la hipocresía del Congreso con respecto a la Ley Seca.
Cassiday se declaró culpable y pasó 60 días en la cárcel. Cuando salió, se enteró de que se le había prohibido su entrada al Capitolio. Así que se trasladó con su "negocio" al edificio del Senado, donde vendió alcohol durante cinco años, hasta 1930, cuando fue detenido. Esta vez los agentes le confiscaron un pequeño libro negro, que contenía los nombres de sus ilustres clientes. En octubre de 1930, el Washington Post anunció que iba a publicar en una serie de seis partes los relatos del contrabandista de los políticos de EEUU.
Todo empezó en 1920 cuando un amigo le presentó a dos congresistas del sur ansiosos por comprar alcohol ilegal. Ambos habían votado a favor de la prohibición, pero eso no afectaba a su sed, y tenían colegas igualmente sedientos. A estos dos sureños le siguieron "clientes del Norte" que le solicitaron auténtico bourbon y whisky importado. Cassiday encontró un proveedor en Manhattan, viajaba en tren a Nueva York, cargaba la mercancía en dos grandes maletas, y luego regresaba a Washington.
Su negocio creció. El Congreso había votado abrumadoramente por la prohibición, pero Cassiday estimaba que cuatro de cada cinco congresistas y senadores bebían y él no era el único contrabandista que los abastecía. Con la ayuda de un congresista del Medio Oeste consiguió una oficina en el House Office Building, que convirtió en su almacén. Entre 1920 y 1925 todo marchó sobre rueda, hasta que fue detenido.
En el Senado, los senadores eran más cautelosos sobre la compra de bebidas alcohólicas al hombre del sombrero verde, por lo que generalmente enviaban a sus secretarios para consumar la transacción. En el Senado, como en la Cámara de Representantes, los clientes de Cassiday eran de ambos partidos, aunque servía a más republicanos que demócratas. Cassiday disfrutaba viendo los debates sobre la Ley Seca y la hipocresía de la clase política.
En el otoño de 1929, el Vicepresidente de los EEUU, Charles Curtis, un prohibicionista apasionado, se enteró de sus actividades y llamó a James Doran, director de la oficina de la prohibición. Los dos idearon un plan para atrapar a Cassiday. Roger Butts, un estudiante de contabilidad de 20 años de edad, fue mandado a espiar en el Senado a Cassiday. Butts pidió por medio de un trabajador de la papelería reunirse con Cassiday con la excusa de celebrar una fiesta para fin de año. Dos días más tarde, Cassiday accedió a venderle una botella de ginebra por tres dólares. Pero Cassiday sospechó y le entregó la ginebra al empleado del Senado para que fuese el intermediario de la entrega.
Charles Curtis FUENTE |
Butts lo intentó un par de semanas más tarde. Se presentó a un agente encubierto de la prohibición que quería comprar una botella de ginebra. Cassiday hizo la pregunta que siempre hacía a los nuevos clientes: ¿Para quién trabajas? El agente dijo que era un empleado temporal en el House Office Building. Cassiday le hizo preguntas sencillas acerca de la Cámara que el agente no pudo contestar. Cassiday tomó de Butts sus tres dólares y le dijo que dejaría la ginebra en un almacén cercano. Pero cuando el agente fue a buscarla, se encontró con que Cassiday había dejado los 3 dólares en su lugar.
Butts decidió que tenía que convencer a Cassiday que él era un juerguista y bebedor, y llegó borracho al trabajo. Cassiday, se enteró de lo ocurrido, pero el contrabandista no quería vender alcohol a un cabeza de chorlito de 20 años de edad, que llegaba al trabajo borracho. Finalmente Butts consiguió que un miembro del personal del Senado llamase a Cassiday y le pidiese que dejara seis botellas de ginebra en un automóvil estacionado fuera del edificio. Cuando Cassiday llegó al automóvil, el 18 de febrero de 1930, dos agentes de la prohibición lo arrestaron y confiscaron su pequeño libro negro.
Cassiday fue condenado a 18 meses de prisión. Las revelaciones de Cassiday no dejaban bien a los republicanos, que controlaban el Congreso, ni a los políticos "secos", que aparecían como unos hipócritas. Intentando reducir el daño político, el Vicepresidente Curtis, anunció que él era el hombre que había ideado el plan para atrapar a Cassiday. Algunos senadores denunciaron Curtis por espiarlos. Otros exigieron que se supiesen los nombres de los clientes de Cassiday. Ni el libro negro ni su contenido nunca se reveló.
La apelación de Cassiday fue denegada, y él comenzó a cumplir su condena de 18 meses. Bueno no del todo así. Cassiday se levantaba por la mañana conducía hasta la cárcel y volvía a casa antes de oscurecer. Este encarcelamiento a tiempo parcial fue muy inusual, pero también lo eran las conexiones del contrabandista.
FUENTE |
El hombre del sombrero verde murió en 1967, pero su leyenda revive periódicamente. En la década de 1970 se abrió un bar en el Capitolio llamado "El hombre del sombrero verde". Y en 2012 una destilería de Washington comenzó a vender ginebra llamada "Sombrero Verde"
Vía: History Net
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