Hace cincuenta años un republicano irlandés voló una estatua de Nelson que había en una columna de 41 metros de altura en el centro de Dublín. Era el monumento más destacado de la ciudad. Había estado allí, en la calle Sackville (hoy calle O'Connell) desde 1809, gracias a los comerciantes irlandeses, incluida la familia Guinness, para rendir homenaje a un almirante que había hecho del mar un lugar más seguro para el comercio. El costo del monumento, siete mil libras de las de entonces fue pagado por suscripción pública.
La columna con la estatua del almirante en Londres, fue erigida más de tres décadas después. Tenía 10 metros más de altura, pero a diferencia de la de Dublín no tenía escalera de caracol interna y ninguna plataforma de observación que permitía a los ciudadanos observar la ciudad desde los pies de Nelson. Los nacionalistas irlandeses odiaban el monumento a Nelson. Un monumento en Dublín a un héroe británico era un insulto. La idea de la demolición de la estatua en la década de 1920 después de la independencia fue muy debatida.
Columna de Nelson 1927 FUENTE |
Un grupo de estudiantes intentó y no pudo quemar a Nelson en 1955. En 1966 el debate se reanudó en el 50 aniversario del Alzamiento de Pascua. Liam Sutcliffe, en la década de 1950 se había unido al ejército británico para espiar para el IRA. En 1966 se unió a un grupo escindido dirigido por los hermanos Joe y Mick Christle. Joe era un abogado que había participado en el ataque de 1955 sobre el monumento cuando era estudiante de derecho.
Fue una conversación casual en un bar lo que determinó a Sutcliffe a derribar la estatua. "Una chica me dijo: 'Aquí estamos en la capital de Irlanda y todavía hay un almirante británico en el centro de ella." ¿Qué vas a hacer al respecto? ' " Joe Christle reveló a Sutcliffe, un plan muy avanzado para acabar con ella, y lo invitó a participar en el derribo de la misma. La idea era colocar una bomba hecha de gelignita y amonal en la plataforma de observación en la parte superior de la columna, con un temporizador programado para explotar en la madrugada cuando la calle estuviese vacía.
En una decisión que Sutcliffe lamenta hoy en día, llevó a su hijo de tres años de edad con él para no levantar sospechas. Llevando la bomba envuelta bajo el brazo. Dos de los cómplices se subieron a la escalera de caracol, una tarde de finales de febrero o principios de marzo de 1966, justo antes de la hora de cierre. Ellos pusieron la bomba y se fueron. Sutcliffe esperó en su casa a la detonación a la hora programada las 2 de la mañana pero no pasó nada.
A la mañana siguiente, tan pronto como el monumento se abrió de nuevo, Sutcliffe regresó a recoger la bomba. Se rediseñó el temporizador y colocó la bomba una semana más tarde, el 7 de marzo, esta vez sin su hijo. De nuevo, fue justo antes de la hora de cierre, y fue el último en salir. A la 1.30 horas, una gran explosión envió a Nelson y toneladas de escombros al piso, dañando un taxi, el conductor salió ileso.
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El gobierno denunció oficialmente el ataque, aunque se dice que el presidente Éamon De Valera no estuvo muy afectado. El gobierno tomó la decisión de demoler lo que quedaba de la columna. La explosión controlada fue seguida por un rugido ensordecedor de la multitud celebrando la destrucción completa del monumento.
La cabeza de granito de Nelson comenzó un viaje peculiar.Inmediatamente después del ataque de Sutcliffe fue recogida de la calle y llevada a un patio de almacenamiento municipal. Pero 10 días después fue robada por los estudiantes de la Escuela Nacional de Arte y Diseño. La cabeza apareció en el escenario en un concierto The Dubliners, y en anuncios de televisión y revistas. Los estudiantes cobraban por la aparición de la misma en cualquier acto.
Estudiantes de la Escuela de Arte y Diseño con la cabeza de Nelson FUENTE |
Cuando la policía les pisaba los talones, la cabeza fue llevada a Londres, donde el anticuario Benny Gray pagó 250 £ al mes, por exponerla en su escaparate. Finalmente, los policías detuvieron a un grupo de estudiantes no relacionados con el robo, sin embargo, se tomó la decisión de llevar la cabeza a casa. Fue repatriada en un camión que conducía hasta la calle O'Connell. Hoy en día, la cabeza de Nelson se encuentra en la esquina de una biblioteca en Dublín, ignorada por el público.
En lugar de la columna de Nelson hoy se levanta la estructura más alta de Dublín, "La Aguja", erigida en 2003 y con el triple de altura del pilar de Nelson.
Vía: BBC
que interesante historia
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