La idea de una "máquina de movimiento perpetuo" ha sido una idea irresistiblemente atractiva para la humanidad durante siglos. El concepto ha atraído a un número incontable de buscadores de fortuna, idealistas, mecánicos aficionados, genios científicos, estafadores... Todos fueron condenados al fracaso. Sin embargo, una persona reclamó haber logrado ese objetivo. Él fue Johann Ernest Elias Bessler, que respondía al nombre de "Orffryeus."
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Orffryeus nació en Sajonia en 1680. Alrededor de 1712, comenzó a exhibir una serie de ruedas de movimiento autónomo de diversos tamaños. Sus artilugios atrajeron la atención. Pero por desgracia fueron tildadas de fraudulentas. Sus creaciones no pudieron conseguir un estudio profundo de las mismas. En 1715, Orffryeus construyó su máquina más grande medía dos metros de diámetro. La presentó a un comité de sabios. Después de examinar la máquina durante casi dos meses, se emitió un certificado proclamando que era una verdadera máquina de movimiento continuo, capaz de elevar una caja de 30 kilos. Muchos enemigos de Orffryeus despreciaron este informe y continuaron denunciando su invento como un fraude.
Al año siguiente, Bessler se instaló en Hesse-Kassel, donde el príncipe Karl, le dio el cargo de Concejal, y habitaciones en el castillo ducal de Weissenstein. En 1717, en honor de su benefactor, Orffryeus construyó su última y más impresionante máquina con cuatro metros de diámetro. El profesor Gravesend examinó el dispositivo y escribió a Isaac Newton con sus conclusiones. "El inventor es un innovador en la mecánica, pero está lejos de ser un matemático, y sin embargo su máquina tiene algo prodigiosamente sorprendente." Gravesend señaló que Orffryeus prohibió a cualquier persona examinar la partes internas de la máquina, " para que nadie le robase su secreto". El profesor llegó a la conclusión de que estaba "firmemente convencido de que nada desde el exterior de la rueda contribuía a su movimiento." Un arquitecto del Emperador de Austria, también examinó la rueda de Orffryeus, declarando: "Aunque soy muy incrédulo con cosas que no entiendo ... estoy bastante seguro de que no existe ninguna razón para que esta máquina no deba tener el nombre que se le ha dado. Máquina de Movimiento Perpetuo."
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La máquina se mantuvo en exposición pública durante varios meses. Se examinó cuidadosamente por un gran número de científicos, con la conclusión de que, Orffryeus había dado con la tecla. En octubre de 1717, la rueda fue trasladada a una habitación en Weissenstein, donde no había paredes contiguas a ella, y donde se podía andar a su alrededor. Cuando la rueda se puso en movimiento, la habitación fue sellada. Dos semanas más tarde, los sellos se abrieron y la rueda aún se movía. La habitación se volvió a sellar y se dejó así hasta enero de 1718. Cuando la habitación se abrió, la rueda seguía girando.
Orffryeus podía haber creado uno de los inventos más sorprendentes en la historia pero no parecía tener la menor idea de qué hacer con él. Al parecer, hacía poco o ningún dinero en sus exposiciones. En 1714 partidarios de Orffryeus le comentan que la Corona Inglesa está dispuesta a comprar el secreto de su máquina. El secreto de movimiento perpetuo. La cosa no llegó a nada pues Orffryeus se enfureció por el examen continuo que efectuaban los enviados de la corona a su máquina, pues él sentía que era una estratagema para robar los secretos de la rueda sin pagar por ello. En uno de los más notables actos de la historia de la autodestrucción, él rompió su rueda en pedazos, en un ataque de rabia paranoica. Se supone que lamentó este acto extraordinariamente cuando se enteró al día siguiente de que el último informe sobre su máquina había sido del todo favorable.
Después de este suicidio profesional, Orffryeus desapareció de la escena pública. En 1727, se informó que estaba trabajando en una nueva máquina, pero nunca vio la luz. Orffryeus murió en el ostracismo en 1745. Murió al caer desde un molino de viento que estaba construyendo.
Si él era un fraude, ¿cómo lo hacía?. Los cuentos de que una persona estaba oculta en el interior del mecanismo queda descartada por el hecho de que la máquina estuvo encerrada en una habitación durante tres meses. ¿Podrían haber funcionado las ruedas a través de un reloj de resorte oculto? Dudoso. Toda fuente capaz de mover una rueda de cuatro metros durante semanas sería demasiado grande como para ser ocultada. Si hubiese encontrado el secreto, ¿cómo este hombre vulgar lo hizo? Orffryeus nunca intentó
explicar sus máquinas en público. Su folleto de 1719 que describe su hallazgo, es una obra laberíntica irritantemente vaga, más preocupada en insultar a sus enemigos que en describir su invento. Sólo pudo afirmar que el secreto del "movimiento perpetuo" dependía de pesos colocados de tal manera que ellos "nunca alcanzaban el equilibrio." Este proceso que desafía la gravedad va en contra de todas las leyes de la naturaleza.
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No hay ninguna razón para dudar de que Orffryeus creía que había encontrado el truco para movimiento perpetuo, pero simplemente no sabía muy bien cómo lo hizo. Si él era un fraude, un loco, un genio o alguna combinación de las tres cosas, sigue siendo una de las rarezas más interesantes que se encuentran en el mundo de la ciencia.
Vía: Strangeco
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