Toledo y el primer código racista de la Historia Moderna

En 1449 en Toledo, España, se publicó un edicto que fue el primer conjunto de leyes discriminatorias basadas en la raza.

La discriminación en España contra los judíos alcanzó su punto máximo en 1391, cuando el Archidiácono de Ecija, Ferrán Martínez incitó a las turbas contra los judíos con el lema "convertir o morir." Multitud de judíos españoles, la comunidad más grande de Europa en ese momento se convirtieron al cristianismo, la mayor conversión en masa de la historia judía moderna. Algunos "conversos" tenían bastante éxito en sus negocios, un éxito que fomentó el resentimiento generalizado contra estos "nuevos cristianos". Durante un período de inestabilidad política en la Castilla del siglo XV, los conversos, se convirtieron en chivos expiatorios.

Ferrán Martínez  FUENTE

Pedro Sarmiento, alcalde mayor de Toledo, con motivo de la recaudación de un nuevo impuesto (un millón de maravedíes para la guerra con Aragón) que la ciudad entendía como no ajustado a derecho. Encabezó el 5 de junio la revuelta anticonversa de Toledo de 1449, con el saqueo e incendio del barrio de la Magdalena, habitado por conversos. Sarmiento y sus seguidores confiscaron las pertenencias de los conversos, deteniendo a sus líderes, que fueron torturados hasta que admitieron haber conspirado contra el gobierno de la ciudad.

Con el fin de justificar el saqueo, los seguidores de Sarmiento extendieron rumores en los que acusaban a los conversos de seguir practicando en secreto la fe judía y de trabajar en contra de la Iglesia Católica. El 5 de junio, 1449, Sarmiento emitió la Sentencia-Estatuto, el primer conjunto de leyes de exclusión raciales en la historia moderna. Se prohibió a los conversos, el ejercicio de funciones públicas, recibir tierras de la Iglesia a menos que pudieran demostrar cuatro generaciones de afiliación cristiana.

La Sentencia puso sobre papel el racismo en España. Se alegó que los conversos provenían del "linaje perverso de los judíos", y por lo tanto " eran los enemigos de nuestra santa fe católica." Fue el primer ejemplo en la historia del racismo legalizado. Otras localidades pronto siguieron el ejemplo de Toledo. En la provincia de Guipúzcoa se prohibió a los conversos vivir o casarse allí. Las escuelas también abrazaron las restricciones. En 1537, se prohibió a los conversos estudiar en las Universidades de Salamanca, Valladolid, Sevilla y Toledo.

El conflicto más importante sobre esta discriminación se produjo en la mitad del siglo XVI. El arzobispo de Toledo, Juan Martínez Guijarro o Silíceo, recomendó la imposición de las restricciones por la pureza de sangre en su archidiócesis. Ahí chocó con Ignacio de Loyola. El fundador de la Compañía de Jesús se hizo amigo de españoles conversos en la Universidad de París, algunos de ellos fueron miembros fundadores de la Compañía de Jesús.La prominencia de los conversos dentro de los jesuitas significaba que era inevitable que la Orden entraría en conflicto con el arzobispo. Guijarro prohibió a los miembros de la Orden actuar como sacerdotes sin haber sido examinado personalmente por él. Los jesuitas sólo podían ganar el favor de Guijarro mediante la adopción de la ley de limpieza de sangre. Loyola se negó, lo que perjudicó el crecimiento de la Compañía de Jesús en España.

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En 1552, la Corona española decretó que los emigrantes a América debían aportar la prueba de limpieza de sangre. En su nuevo entorno, la limpieza comenzó a mutar, empezando a referirse a una ausencia de sangre negra. Esto sirvió para justificar la esclavitud.

Como anécdocta la palabra "raza" es originaria de España, donde fue utilizada para referirse a las personas de ascendencia judía. En inglés no apareció hasta el siglo XVII y no fue hasta el siglo XVIII cuando las colonias inglesas en Norteamérica utilizan "sangre" en un contexto racial. Thomas Jefferson expresó preocupaciones similares acerca de la mezcla de razas. Dijo que los negros deberían "ser alejados para no mezclarse y manchar la sangre de su maestro."


Fuente: Atlas Obscura