Las flotas que iban a enfrentarse en la batalla de Lepanto por un lado la Santa Liga: Vaticano, Venecia, España, capitaneada por Don Juan de Austria; contra las fuerzas del Imperio Otomano capitaneado por Alí Bajá, estaban compuestas en su mayoría por galeras, herederas de los birremes y trirremes romanos. Aunque eran frágiles eran ideales para el Mediterráneo. Por lo general, tenían uno o dos palos que arbolaban velas latinas y veinticinco remos por banda, con cinco hombres en cada remo. En las galeras cristianas estos hombres eran generalmente condenados por la justicia, y en las turcas eran cautivos por motivos religiosos.
En las cristianas también había los llamados "buenas bogas" hombres que, al cumplir su condena y no encontrar trabajo, se contrataban para remar a cambio de una paga y comida. El sustento de los remeros consistía en un plato de legumbres y un trozo de pan horneado dos veces, más dos litros de agua. En vísperas de las batallas se les daba una ración extra.
Como armas únicamente llevaban dos cañones de crujía y, a proa, el espolón, que era una gran pieza de madera y hierro que servía para perforar el casco de la nave contraria. El veneciano Bresano inventó las galeazas, grandes galeras con mayor capacidad artillera. Desplazaban hasta mil quinientas toneladas y protegía los cañones con una especie de muro de unos dos metros. Tenían poco poder de maniobra, aunque podían moverse con independencia del viento y solían proteger a las galeras.
Galeaza
En la batalla tuvieron mucha importancia pues las galeazas maniobraron con el viento en calma, además los turcos las confundieron con naves de carga y prefirieron rebasarlas e ir por las que creían que eran naves de combate. Ésto hizo que las galeazas mientras pasaban atacaran las galeras turcas ocasionando grandes destrozos, hundiendo docenas de naves.
La galera de Don Juan de Austria se llamaba "La Real" y al empezar la batalla se dirigió hacia "La Sultana" de Alí Bajá jefe de los turcos. Fue un choque brutal, los tripulantes de "La Sultana" murieron sobre la crujía de la galera y Alí Bajá fue degollado y su cabeza presentada ante Don Juan ensartada en una pica. En otra galera turca los cristianos encontraron a dos hijos de Alí Bajá a los que Don Juan perdonó la vida y les dio ropa y comida.
Galera "La Real" por José Ferré Clauzel FUENTE |
La batalla se decidió pronto por el lado cristiano, el mar se tiñó de rojo, hubo matanzas saqueos, cosas propias de las guerras de esos siglos. El recuento de pérdidas de la Santa Liga era el siguiente: 30 galeras desguesadas, entre ellas la de Don Juan de Austria, 15 destruidas y unos ocho mil muertos. Los turcos por su parte habían perdido veinticinco mil hombres, 170 naves apresadas, cinco mil prisioneros y ochenta naves hundidas. Cuarenta escaparon rumbo a Lepanto de donde toma ésta batalla nombre.
Se cree que las claves de la batalla fueron el cese del viento, el embarcar soldados de los tercios, unos cincuenta por nave, gente muy experimentada en batallas y la estrategia de las galeazas venecianas que aunque con poca maniobrabilidad hicieron estragos.
Don Juan de Austria había prometido a los galeotes de su flota que, en caso de conseguir la victoria, les liberaría del remo. Cumplió su promesa y la flota española quedó temporalmente sin hombres. Para reponer a estos hombres la justicia del Imperio español por cualquier delito, por pequeño que fuera, se condenaba a la pena de galeras.
Fuente: Grandes batallas de la Historia
Fotos: 1 Galera
2 Galeaza
No conocía los detalles de esta batalla, por otra parte crucial en para el futuro de Europa. ¿Quién nos dice si hoy no llevaríamos turbante?
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