lunes, 9 de enero de 2012

Pancho Villa, el último invasor de EEUU


El 5 de junio de 1878 en el estado de Durango nació Doroteo Arango, que luego sería conocido como Pancho Villa. Su padre era un campesino, y apenas estudió, desde muy joven comenzó a trabajar. Siendo adolescente su vida cambió de manera drástica, el terrateniente del rancho donde trabajaba la familia Arango, Agustín López Negrete violó a su hermana y Doroteo lo mató. Escapó a la sierra, donde el hambre apunto estuvo de acabar con él, pero una partida de bandoleros lo rescató, el jefe de esos bandoleros se llamaba Francisco Villa.

Doroteo se hizo el hueco en la partida de bandoleros. Pero una noche en una emboscada Francisco Villa fue herido mortalmente y cuenta la leyenda que en sus últimos minutos entregó el mando de la partida a Doroteo. Los compañeros aceptaron a Doroteo pero le pidieron que se cambiara el nombre en honor a su jefe caído y desde entonces se hizo llamar Pancho Villa.

Pancho Villa


Con sus hombres, Villa hizo del estado de Chihuahua su reino. Poco a poco Villa tomó conciencia social y fue defendiendo a los oprimidos, de los hacendados locales. Su banda incrementó su número y dominaban el territorio, alcanzando los mil efectivos. Un día Villa conoció a Abraham González un político de ideas revolucionarias que lo puso en contacto con Francisco Ignacio.Madero, del cual Pancho Villa se hizo su brazo armado. Había estallado la revolución. Desde ese momento todos los presidentes mexicanos se convirtieron en sus enemigos, Porfirio Díaz, Victoriano Huerta...

Esta revolución era alentada por los Estados Unidos, los norteamericanos servían armamento, material, dinero... para que la revolución prosperase. En 1914, la situación para los revolucionarios (Villa y Zapata) era desesperada. Pero Villa aprovechó el cine para que ayudase a su causa, rodeándose de cinematógrafos, periodistas, para conseguir propaganda, lo que le hizo famoso en el mundo entero.



Pero en 1915, EEUU, niega la ayuda a Villa y se pusieron al lado del presidente mexicano Venustiano Carranza. Esto hizo que Villa decidiese atacar al poderoso enemigo del norte. El nueve de marzo de 1916, mil quinientos jinetes se preparan para pasar la frontera. Los hombres de Pancho Villa incursionan en el territorio de New México, el objetivo es Columbus, una pequeña ciudad que había sido importante para los suministros a las tropas de Villa. Los hombres de Villa arrasan Columbus provocando la muerte de 17 soldados norteamericanos, arrasando comercios, robando caballos y fusilando a todos los huéspedes del hotel de la ciudad.

El golpe aunque pequeño suscitó la rabia del presidente norteamericano Thomas Woodrow Wilson, que ordena una expedición de castigo contra los hombres de Villa. El 16 de marzo de 1916 el general John J. Percing con 5000 hombres entra en el territorio mexicano. A éstos cinco mil hombres, luego le siguieron otros cinco mil. Iban fuertemente armando, con artillería pesada, ametralladoras... incluso ocho aviones de reconocimiento.

Archivo:General John Joseph Pershing head on shoulders.jpg
Percing


Pero la tropa fue engullida por los desiertos de Chihuahua, la marcha duró once meses, en ese tiempo no dieron con Villa. Los hombres de Villa llenaron el territorio de tumbas con el siguiente epitafio "Aquí yace el cuerpo de Pancho Villa", los soldados norteamericanos se llevaron más tiempo desenterrando tumbas que buscando a Villa.

En esta misión se dio la última carga de caballería del ejército norteamericano, una carga deshonrosa. Se dió en El Jaral, no solo contra los hombres de Villa sino incluso contra los niños de una escuela dirigida por una norteamericana que puso a sus alumnos a disparar contra los norteamericanos. Entre los hombres de Percing habían dos tenientes que luego serían famosos militares en la Segunda Guerra Mundial, los tenientes Eisenhower y Patton. En febrero de 1917, al general Percing se le ordenó retirarse a EEUU. Cuenta que Villa comentó: "Vinieron como águilas orgullosas y se marchan como gallinas mojadas".

El 20 de julio de 1923, Pancho Villa cuando se encaminaba de Durango hacía El Jaral, en una emboscada, un sicario del presidente Adolfo de la Huerta le mató. Atrás quedaba la Revolución, quizás una de las últimas revoluciones románticas.


Fuente: Pasajes de la Historia. Juan Antonio Cebrián. 


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