lunes, 28 de enero de 2013

El "sexador" del Papa


"Duos habet et bene pendentes" (en latín "tiene dos y cuelgan bien"), era un proceso en la elección del Papa en el que se comprobaba si el elegido tenía atributos masculinos.

El ritual se creó en relación a una famosa leyenda medieval por la cual una mujer en el siglo IX, había conseguido ser Papa. Pasó a la historia como la "Papisa Juana" una joven de origen inglés que se hizo pasar por hombre siguiendo a su amado consagrado al estudio en un mundo masculino. Ella destaca entre sus compañeros y estando en Roma consigue entrar en la jerarquía de la Curia de tal manera que ocupa el papado a mediados del siglo IX, hasta que en plena procesión desde San Pedro a San Juan de Letrán dio a luz un niño y su engaño se descubrió. Esta leyenda se creó en el siglo XIII en un momento en que la Iglesia aparta definitivamente a las mujeres de las responsabilidades institucionales eclesiásticas y de las funciones sacramentales.

En el momento de la entronización de un nuevo Papa se celebraba un rito por el cual una persona determinada (algunas fuentes indican que es un diácono, otras un joven cardenal) debía verificar que el nuevo Papa poseía sus partes viriles. Para ello, presuntamente se sentaría en una silla especial, la (sedia stercoraria), una silla con un agujero en el medio por la que se deslizaban los genitales del Papa y un joven diácono comprobaba su virilidad. Una vez comprobado y enunciada la frase (Duos habet...), los asistentes a la ceremonia responderían Deo Gratias ("Gracias a Dios").

Prueba a Inocencio X  FUENTE


Las fuentes históricas no afirman la veracidad de ésta práctica pues a pesar de los documentos encontrados podría tratarse tan solo de una leyenda. Otras sin embargo indican que la práctica fue abolida por Adriano VI en el siglo XVI.

Fuentes: Wikipedia, Preguntas a la Historia, El té de las cinco


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