Los peelings químicos que queman las capas de la piel de la cara. Los supresores del apetito que causan insuficiencia cardíaca. La cirugía para hacer que las partes más íntimas de una mujer parezcan las de una muñeca Barbie... Cuando hablamos de los viejos tiempos, parece que todo fue mejor, pero si se trata de la belleza en la mujer a cualquier precio las cosas no han cambiado mucho. Aquí hay siete prácticas antiguas para conseguir ser más bellas, tan terribles o más que las de hoy en día.
CORSETS
La ballena del corset, servía para aplanar el estómago, era originalmente un trozo plano de madera que se deslizaba dentro de un bolsillo delantero del corset. Luego la ballena se transformó en un cierre de metal de dos lados cosido en los paneles delanteros. Algunas mujeres lo apretaban tanto que se lesionaban.
COMER ARSÉNICO
En el siglo XIX la gente comía arsénico pues "era muy bueno para la piel, se conseguía una mirada brillante y una apariencia sexy". Sólo se podía tomar mientras la luna estaba creciendo, sólo un solo grano en un primer momento (hasta que se conseguía una resistencia corporal. Pero esto causaba bocio, por la hinchazón de las tiroides, incluso a veces la muerte.
UTILIZACIÓN DE LAS TENIAS (SOLITARIAS)
En este caso, las mujeres no sólo hacían algo peligroso para estar delgada, sino que también era realmente asqueroso. Tomaban huevos de la tenia, en forma de pastillas, que crecían en el intestino. Allí se comían los nutrientes del sistema digestivo, esto hacía que la mujer adelgazace, pero la tenia crecía. Algunas tenias podían llegar a treinta metros. Había tratamientos de desparasitación para eliminarlas, pero ya os imagináis por donde salían.
Solitaria en el organismo. FUENTE |
VENDAJE DE LOS PIES
Muchos historiadores creen que el cuento de la Cenicienta se originó en China. En otras culturas, parece extraño que una mujer podría tener pies de un tamaño tan único que sería distinguible de todas las demás mujeres de un pueblo. En China había una tradición que comenzó alrededor de finales del siglo X, el vendaje de los pies lo más apretado posible, era extremadamente doloroso. Esta práctica deformaba permanentemente el pie de la mujer.
FUENTE |
El andar tambaleante que se conseguía con esta práctica hacía que se viesen a esas mujeres como muy especiales para que trabajasen. Esto continuó hasta la revolución comunista en 1949, cuando el trabajo se convirtió en una virtud.
COSMÉTICOS RADIOACTIVOS
En de la década de 1930 los fabricantes de cosméticos franceses añadían cloruro de torio y bromuro de radio a sus productos. Esto "conseguía" una mujer milagrosamente bella. Estimulaba la vitalidad celular, activaba la circulación, reafirmaba la piel, eliminaba las grasas, dejaba los poros dilatados, detenía el envejecimiento, deshacía las arrugas... Pero con lo que llevaban estos cosméticos hasta la mandíbula se caía.
BELLADONA
Las mujeres se echaban gotas de belladona en los ojos, para dilatarlos porque los ojos grandes eran sexys. El resultado de este tratamiento a la larga era la ceguera.
POLVOS CON PLOMO PARA LA CARA
El siglo XVIII fue difícil para el cutis. Había un sinnúmero de enfermedades como la viruela que dejaban cicatrices, y la mejor manera para cubrir estas imperfecciones era el polvo de plomo. Por desgracia el cerebro comenzaba a hincharse, y casi todos los órganos del cuerpo colapsaban, pero que "palidez" se conseguía.
Vía: Mentalfloss
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