A pesar de ser un genio militar, Napoleón no captó la importancia de la criptografía. En la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), se envíaba información acerca de los movimientos y tácticas del enemigo. Los criptógrafos británicos atrapaban frecuentemente los mensajes de los franceses. El retraso flagrante en criptografía por parte del ejército francés fue evidente durante la captura de uno de sus oficiales, el general Franceschi. Al ser capturado, Franceschi llevaba una carta al hermano de Napoleón, Jose I, rey en ese momento de España. Se podría pensar que esta carta estaría bien protegida por los sistemas de cifrado del ejército francés. Sin embargo, no estaba protegida, los británicos tuvieron acceso inmediato al contenido de la misma.
Napoleón comenzó a replantearse sus métodos de seguridad y encargó un código criptográfico. Crearon uno con 150 números, cada uno de los cuales representaban una letra o una palabra. Por desgracia para los franceses, los británicos lo descifraron en un tiempo récord. En 1811, el Mayor George Scovell lo resolvió con una guía para principiantes de criptografía. En dos días, se había descubierto el sistema de cifrado, dándole la ventaja a los británicos y sus aliados una vez más.
Evidentemente, Napoleón necesitaba otro código criptográfico. De este modo, al final de 1811, el ejército francés crea "Le Grande Chiffre de Paris" (La Gran Cifra de París). Consistía en unos 1.400 números. En este código una sola letra tendría varios números de acuerdo a la frecuencia con que se encontraba en la carta, este método se conoce como sustitución homofónica. Para hacerlo aún más complicado, algunos números no servía para nada; o simplemente estaban incluidos en el texto cifrado para confundir. Estos números "nulos", se insertaron específicamente en los extremos de las palabras para frustrar una técnica de descifrado común que era estudiar la terminaciones similares para buscar patrones lingüísticos.
El código añadía otro nivel de complejidad y variedad técnica, actuando como un código y un sistema de cifrado. Un número específico podría ser o bien el cifrado de una palabra o de una frase, o podría ser el cifrado de una sílaba o una sola letra. Los criptoanalistas enemigos tendrían dificultades para descubrir qué número correspondía a qué palabras porque las palabras pueden ser encriptadas de muchas maneras: con un número para cada letra, para cada sílaba, para la palabra entera, o alguna combinación de toda.
Sin embargo, sólo un año después del nacimiento de este cifrado, de nuevo fue descubierto por el Mayor Scovell. El código tenía un defecto no en su estructura sino en su uso. En lugar de cifrar mensajes mediante el cifrado, el ejército francés sólo cifraba parte de él. Ellos creyeron erróneamente que eso sería suficiente, pero al dejar algunas palabras de su mensaje en francés, esto proporcionó a un criptoanalista como Scovell un punto de apoyo invaluable, para resolver el sistema de cifrado. Si los franceses dejaban un verbo sin cifrar, Scovell podía descifrar fácilmente las palabras que le rodeaban mediante el análisis de su conjugación. Lentamente y de esta manera el sistema de cifrado fue roto, el ejército británico ganó ventaja en la Guerra Peninsular. Se mantuvo el descubrimiento en secreto, ocasionando grandes disgustos a Napoleón.
Aunque fuese un gran genio estratégico, Napoleón nunca reconoció la importancia de la criptografía. Incluso cuando los franceses finalmente desarrolló una técnica de cifrado competente, cometieron el error de confiarse tanto que no lo utilizaron correctamente.
Vía: Wonder Sand Marvels
Napoleón FUENTE |
Napoleón comenzó a replantearse sus métodos de seguridad y encargó un código criptográfico. Crearon uno con 150 números, cada uno de los cuales representaban una letra o una palabra. Por desgracia para los franceses, los británicos lo descifraron en un tiempo récord. En 1811, el Mayor George Scovell lo resolvió con una guía para principiantes de criptografía. En dos días, se había descubierto el sistema de cifrado, dándole la ventaja a los británicos y sus aliados una vez más.
George Scovell FUENTE |
Evidentemente, Napoleón necesitaba otro código criptográfico. De este modo, al final de 1811, el ejército francés crea "Le Grande Chiffre de Paris" (La Gran Cifra de París). Consistía en unos 1.400 números. En este código una sola letra tendría varios números de acuerdo a la frecuencia con que se encontraba en la carta, este método se conoce como sustitución homofónica. Para hacerlo aún más complicado, algunos números no servía para nada; o simplemente estaban incluidos en el texto cifrado para confundir. Estos números "nulos", se insertaron específicamente en los extremos de las palabras para frustrar una técnica de descifrado común que era estudiar la terminaciones similares para buscar patrones lingüísticos.
El código añadía otro nivel de complejidad y variedad técnica, actuando como un código y un sistema de cifrado. Un número específico podría ser o bien el cifrado de una palabra o de una frase, o podría ser el cifrado de una sílaba o una sola letra. Los criptoanalistas enemigos tendrían dificultades para descubrir qué número correspondía a qué palabras porque las palabras pueden ser encriptadas de muchas maneras: con un número para cada letra, para cada sílaba, para la palabra entera, o alguna combinación de toda.
Muestra del "Le Grande Chiffre de Paris" FUENTE |
Sin embargo, sólo un año después del nacimiento de este cifrado, de nuevo fue descubierto por el Mayor Scovell. El código tenía un defecto no en su estructura sino en su uso. En lugar de cifrar mensajes mediante el cifrado, el ejército francés sólo cifraba parte de él. Ellos creyeron erróneamente que eso sería suficiente, pero al dejar algunas palabras de su mensaje en francés, esto proporcionó a un criptoanalista como Scovell un punto de apoyo invaluable, para resolver el sistema de cifrado. Si los franceses dejaban un verbo sin cifrar, Scovell podía descifrar fácilmente las palabras que le rodeaban mediante el análisis de su conjugación. Lentamente y de esta manera el sistema de cifrado fue roto, el ejército británico ganó ventaja en la Guerra Peninsular. Se mantuvo el descubrimiento en secreto, ocasionando grandes disgustos a Napoleón.
Aunque fuese un gran genio estratégico, Napoleón nunca reconoció la importancia de la criptografía. Incluso cuando los franceses finalmente desarrolló una técnica de cifrado competente, cometieron el error de confiarse tanto que no lo utilizaron correctamente.
Vía: Wonder Sand Marvels
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