Adolf Hitler ordenó la fabricación de muñecas hinchables para su ejército durante la Segunda Guerra Mundial para combatir la sífilis entre la tropa destinada a Francia. Los aliados no eran los únicos enemigos de los nazis en París durante la Segunda Guerra Mundial, había que tener voluntad de hierro para resistir las tentaciones que se presentaban en la ciudad.
La fabricación de dichas muñecas sexuales durante la guerra fue parte del Proyecto Borghild (1940), una misión de alto secreto que inspiró el jefe de las SS Heinrich Himmler. Himmler alertó a Hitler del problema en la tropa con la sífilis. Hitler, entonces, ordenó fabricar una muñeca hinchable para cada soldado nazi destinado en París como una alternativa más higiénica a los burdeles de la ciudad de la luz.
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Himmler, en su carta al Führer le avisó que el "mayor peligro" en París era "el gran número de putas descontroladas" en la ciudad. El proyecto Borghild se centró en la fabricación de muñecas hinchables que no eran de tamaño natural, pues tenían que caber en la mochila de un soldado. Para el diseño de las muñecas los nazis se fijaron en la cara de la actriz húngara Käthe von Nagy. Querían que ella fuese la modelo de la muñeca. Ella se negó, y los oficiales nazis diseñaron una muñeca con ojos azules y pelo rubio con los cuerpos de las esculturales atletas Wilhelmina von Bremen y Annette Walter. Los nazis probaron las muñecas por primera vez en Jersey antes de fabricar las cincuenta primeras.
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El proyecto fue abandonado en 1942. Los soldados nazis no estaban dispuestos a llevar las muñecas hinchables con ellos, ya que temían la vergüenza que pasarían al ser capturados por sus enemigos. Los bombardeos sobre Dresde destruyeron las fábricas donde estaban previsto fabricar las muñecas. No sabemos si dichas muñecas sustituyeron a las protistutas parísinas, pero no cabe duda que lo natural es mejor que lo artificial.
Vía: War History
Himmler, en su carta al Führer le avisó que el "mayor peligro" en París era "el gran número de putas descontroladas" en la ciudad. - Por dios como me rei!!!!
ResponderEliminarjajajaja, no me extraña que a los soldados nazis le diera vergüenza llevarlas. Sólamente habría que fijarse en las caras de los enemigos si descubrieran lo que llevan en las mochilas.
ResponderEliminarhttp://www.miradasexy.com/juguetes-eroticos/munecas-hinchables
Vaya tela, tenían que haber dado con una muñeca de estas!
ResponderEliminarwww.wodaabe.es