La expresión: "Craso Error", procede de la cultura romana. Nuestro protagonista no es otro que Marco Licinio Craso. Este Craso,
fue uno de los hombres más ricos de Roma durante el período final de la
República. Durante la dictadura de Sila, Craso supo sacar provecho de la
situación, pues otra cosa no, pero tenía visión de negocio. Amasó una
inmensa fortuna con negocios legales, y con otros que no lo eran tanto. Se
decía que era dueño de actividades tan variopintas como casas dedicadas a
la prostitución, o que controlaba incluso grupos o brigadas de vigiles (lo
que serían en la actualidad bomberos), que le permitían especular con las
propiedades. Las malas lenguas decían que mandaba incendiarlas para
luego volver a construirlas y enriquecerse con la posterior venta.
Fue gracias a su dinero que consiguió acceder a un cargo importante de
magistrado en la República ya que las monedas le permitían a uno hacer
carrera política y sobre todo poder costearse una campaña y unos sobornos
suficientes para alcanzar puestos importantes.
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Craso |
Tras
derrotar a
Espartaco (revuelta de los esclavos) supo contenerse y no trató de alzarse con todo el
mérito pese a que en cierto modo Pompeyo tan solo llegase para rematar el
trabajo. Esa prudencia le permitió convertirse años más tarde, en uno de los integrantes del llamado Primer
Triunvirato junto a los otros dos hombres más importantes de aquel
momento,
Cayo Julio César y el anteriormente citado
Cneo PompeyoMagno.
Pero al contrario que sus socios de gobierno, Craso no tenía en su haber
gestas militares importantes. Tenía riquezas, tenía poder, pero le faltaba la
gloria en el campo de batalla.
En un afán de conseguir ese preciado bien, y
mientras desempeñaba el título de gobernador de la provincia de Siria,
costeó de su propio bolsillo una expedición militar en
territorio Parto.
Así fue como en el año 55 a. C. , se puso manos a la obra y tras dos
años de esfuerzos y preparación, se lanzó a la conquista del Imperio parto
con un ejército compuesto por siete legiones, es decir, unos treinta y cinco
mil soldados más los auxiliares. La cosa no comenzó mal, ya que obtuvo
algunas victorias que le permitieron ir adentrándose en territorio enemigo.
Pero los dioses parecían no estar de su lado, sobre todo cuando su ejército
llegó hasta las cercanías de
Carrahe. Allí sus tropas fueron rodeadas, y en
gran parte, gracias a un error en el planteamiento táctico del propio
comandante general, fueron prácticamente aniquiladas.
En dicha batalla, las fuentes clásicas afirman que los romanos perdieron
a más de veinte mil hombres, entre ellos el hijo del propio triunviro, y cerca
de diez mil legionarios fueron hechos prisioneros. Craso se vio obligado a
negociar con sus enemigos para buscar una salida al desastre, aunque fue
capturado y ejecutado de una manera salvaje. Le hicieron tragar oro
fundido, o sea, que la avaricia fue su propia perdición y la causa de su
muerte.
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Muerte de Craso |
En cuanto a la expresión en sí, debemos entender que cometer un "Craso
Error·, equivale a equivocarse de forma garrafal, por así decirlo. Llevar a
cabo una acción que podrías haber evitado y cuyas consecuencias han sido
desastrosas.
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