Durante la II Guerra Mundial, los prisioneros de guerra e incluso civiles capturados por el ejército alemán eran entregados de forma rutinaria a la Gestapo para ser interrogados y nunca más se los volvía a ver.
A lo largo de las décadas, la imagen del interrogador sádico nazi se ha convertido en algo común. Pero había uno, que aplicaba medios de interrogatorio muy diferentes, a menudo con mucho más éxito. Su nombre era Hanns Scharff.
Hanns Scharff FUENTE |
Scharff nació en 1907 en la Prusia Oriental, ahora parte de Polonia. Su padre, fue un soldado muy condecorado que murió durante la Gran Guerra. La madre de Scharff era de una familia que dirigía una de las fábricas textiles más grandes de Alemania, ubicada cerca de Leipzig. Scharff se crió en la villa familiar adyacente al complejo textil.
Scharff aprendió los entresijos del negocio textil, fue envíado a las oficinas de la empresa en Johannesburgo, Sudáfrica y fue ascendido a Director de la División de Ultramar. Permaneció allí durante casi diez años, se casó con Margaret Stokes, cuyo padre, era un líder de escuadrón en el Royal Flying Corps.
En el verano de 1939, estaban de vacaciones en Greiz, Alemania, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Scharff encontró trabajo en Berlín, pero fue reclutado por el ejército alemán en 1939. Tras conseguir que no lo enviasen al Frente Oriental, con sus conocimientos de inglés fue envíado a la Duodécima Compañía de Intérpretes. en Wiesbaden. De allí se le envió al centro de interrogatorios de la Luftwaffe en Oberursel.
En Oberursel, Hanns trabajó primeramente como administrativo en un centro de recepción. Ahí llegaban los pilotos aliados (excepto los soviéticos) para ser interrogados. Posteriormente fue ascendido a asistente de interrogación de pilotos estadounidenses. A pesar de actuar sólo como intérprete, Hanns aprendió mucho sobre los métodos de interrogación, especialmente lo que no se debía hacer.
Hanns Schall FUENTE |
Tras la muerte de algunos superiores, Scharff fue ascendido a jefe de sección. No le gustaban las técnicas violentas de interrogatorio y decidió hacer las cosas de manera diferente. Scharff utilizó el papel de "policía bueno" para lograr sus objetivos. Se ganaba la confianza de los presos, con largas caminatas por el bosque, manjares cocinados por su esposa, conversaciones informales, buena atención médica... Les hacía saber que él era quien podía mantenerlos alejados de la Gestapo, pero solo si trabajaban con él.
Su metodología era la siguiente: conocer al prisionero, permitirle hablar sin coacción. Fingir saberlo todo de antemano, haciendo como el que conocía la información o interrumpiendo la conversación. Esto se conoció como el Método Scharff y tuvo un gran éxito. Los prisioneros de guerra a menudo ofrecían inteligencia vital por su cuenta a través de sus engaños. Sin brutalidad, sin tortura… sin alzar la voz.
Un ejemplo clásico de las "artes" de Scharff fue el siguiente. Sugirió a un prisionero de guerra que una escasez de químicos provocaba que las balas trazadoras estadounidenses dejaban humo blanco en lugar de rojo. El aviador respondió que no era así, que eran de color blanco para indicar munición baja.
A través de sus métodos, Scharff pudo armar extensos expedientes sobre pilotos estadounidenses, especialmente los de mayor rango. Esto incluyó información sobre sus lugares de origen y familias, sus recortes de prensa... Se le permitió usar ropa de calle, lo que llevó a los cautivos a creer que tenía un rango mucho más alto.
Scharff con dos de sus prisioneros VIPS FUENTE |
Scharff interrogó a todo tipo de pilotos famosos de alto rango. Incluído el teniente coronel Francis Gabreski, quien fue el mejor as de combate estadounidense en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Pero incluso las técnicas de Scharff no pudieron obtener información de Gabreski.
Como era de esperar por su éxito y sus métodos, resultó útil para los Estados Unidos. En 1948, se le pidió que fuera a los Estados Unidos para interrogar a Martin J. Monti, quien desertó a Alemania en 1944.
Scharff finalmente se estableció en los Estados Unidos y se convirtió en ciudadano estadounidense. Scharff había estudiado arte en su juventud y convirtió su oficio en un negocio exitoso. Entre sus obras más conocidas se encuentran los grandes mosaicos de la historia de Cenicienta en el Castillo de Cenicienta en el Walt Disney World de Orlando, Florida.
Mosaico castillo de Cenicienta FUENTE |
Scharff falleció en 1992. El método de interrogatorios de Scharff, llega hasta nuestro tiempo.
Vía: Todayifoundout
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