domingo, 17 de marzo de 2024

La mujer que envenenó a 600 hombres con sus "cosméticos"

 

   Giulia Tofana (Palermo, siglo xvii-Roma, julio de 1659) fue una química italiana, conocida por vender veneno a mujeres que deseaban asesinar a sus esposos. Su veneno se conoce como aqua tofana. 

Aqua Tofana     FUENTE

   
   Giulia pasó gran parte de su vida entre boticarios, estando presente cuando éstos elaboraban sus fórmulas, a raíz de lo cual adquirió el conocimiento preciso para desarrollar su veneno. Se dedicaba a producir cosméticos, entre ellos ese producto para mujeres que tenían un problema más serio que imperfecciones en sus rostros. 

   Según sus contemporáneos, el Aqua Tofana se vendía disfrazada de "Maná de San Nicolás de Bari", un aceite curativo que supuestamente goteaba milagrosamente de los huesos del santo, y que no era raro encontrar en las casas de la época. 


Maná de San Nicolás de Bari



   Giulia empezó a vender este veneno a mujeres que se encontraban atrapadas en matrimonios difíciles. Si te preguntas por qué había tantas mujeres dispuestas a cometer tal crimen en esa época, recuerda que aquello de casarse por amor es una costumbre nueva: los matrimonios, incluso de mujeres relativamente poderosas, eran arreglados sin tener en cuenta cómo sería el futuro de los involucrados. 

   A Maria Aldobrandini, miembro de uno de los clanes más poderosos e influyentes de Roma, la habían casado, cuando tenía 13 años de edad con el duque Francesco Cesi, vástago de una familia muy distinguida, quien era 30 años mayor que ella. El duque de Ceri murió repentinamente, en 1657, y se convirtió en el más rico y poderoso de los involucrados en el escándalo de envenenamiento con Aqua Tofana. Unos años después, cuando se destapó la verdad sobre los envenenamientos, fue sospechosa de la muerte de su marido. Pero para evitar el escándalo, nunca fue acusada. 

   No se conoce la receta de tan efectivo elixir, aunque casi todas las fuentes mencionan que era arsénico. Unas pocas gotas bastaban. Administrado en vino o té o algún otro líquido, el marido se sentía débil y lánguido, pero no tan mal para llamar a un médico. Después de la segunda dosis de veneno, esta debilidad y languidez se hacían más pronunciadas. La mujer no era objeto de sospecha, y tal vez prepararía la comida de su marido, según lo prescrito por el médico, de esta manera seguiría administrando el veneno hasta la muerte del marido. 

   El "negocio" de Tofana fue revelado a las autoridades papales por una clienta, la cual confesó arrepentida haber intentado envenenar a su esposo. Su popularidad, no obstante, hizo que los ciudadanos impidiesen su arresto. En su huida, Giulia se refugió en una iglesia, donde se le concedió asilo en sagrado. Al poco tiempo se difundió el rumor de que había envenenado el agua de Roma y las autoridades forzaron la entrada de la iglesia y la sacaron por la fuerza para interrogarla. 

   En su estancia en prisión, Giulia confesó bajo tortura los asesinatos de 600 hombres con la venta de sus venenos en Roma entre 1633 y 1651, si bien esta declaración nunca pudo corroborarse, debido a la amplia distribución del veneno y a que su confesión fue obtenida bajo tortura. Giulia fue ejecutada en la horca en 1651. 


Fuentes: BBC y Wikipedia

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